El presidente de la Federación Internacional del Atletismo (IAAF) Sebastian Coe anunció este martes su hoja de ruta para restaurar la confianza en la institución y en su deporte, afectados por múltiples escándalos relacionados con el dopaje.
Concretamente, el presupuesto en la lucha contra el dopaje se doblará, pasando de cuatro a ocho millones de dólares y los controles se realizarán a un millar de atletas, e doble que en 2015.
Con estas medidas, entre otras, Coe pretende “reavivar” la primera disciplina olímpica “para atraer a más jóvenes”.
“La edad media de la persona que mira el atletismo es de 55 años. No es viable a largo plazo”, justificó el doble campeón olímpico de 1.500 metros (1980 y 1984).
“El secreto para concretar esta visión es crear un deporte en el que la gente tenga de nuevo confianza. El atletismo debe ser un deporte en el que los atletas, los seguidores, los patrocinadores, la prensa e, incluso, los padres tengan la seguridad de estar en igualdad y en el que el esfuerzo limpio se celebra y es recompensado”, explicó.
Son las grandes líneas del programa que presentó Coe recién elegido al frente de la IAAF el pasado 19 de agosto en Pekín, sucediendo al senegalés Lamine Diack, que no se presentó a su reelección.
Desde entonces, Rusia está suspendida de toda competición por “dopaje de Estado” y Diack está imputado por la justicia francesa por corrupción pasiva y blanqueo agravado, además de por corrupción, acusado de cerrar los ojos ante positivos sobre soto de atletas rusos, a cambio de dinero.
Brazo derecho de Coe, Nick Davies abandonó provisionalmente su puesto en la IAAF tras publicarse en la prensa que trató de retrasar el anuncio de positivos de atletas rusos antes del Mundial celebrado en 2013 en Moscú.