SeaWorld admite que sus empleados se hicieron pasar por defensores de animales. La cadena de parques temáticos SeaWorld prohibió este jueves que sus empleados se hicieran pasar por activistas proanimales, al admitir por primera vez que usó en el pasado esa estrategia, muy criticada por grupos defensores de los animales.
“La junta directiva instruyó a los gerentes de la compañía poner fin a la práctica en la que ciertos empleados aparentaron ser activistas de los derechos animales”, indicó en un comunicado la empresa, conocida por sus espectáculos con orcas.
SeaWorld, con once parques temáticos en Estados Unidos, alegó que utilizó esa estrategia “dentro de sus esfuerzos por garantizar la seguridad de sus empleados, visitantes y animales frente a amenazas creíbles recibidas”.
La organización de defensa de los animales PETA, fiero crítico de SeaWorld por el uso de orcas y otros animales en sus parques, denunció el año pasado que un empleado de la empresa, Paul McComb, se había hecho pasar por activista, participó en al menos una manifestación que terminó en arrestos y propuso protestas violentas.
SeaWorld indicó este jueves que McComb sigue siendo un empleado de la empresa, pero que fue transferido “a otro departamento y ya no se encuentra en suspensión administrativa”, donde había sido colocado cuando estalló la polémica.
La vicepresidenta de PETA, Tracy Reiman, lamentó que el “espía” continúe dentro de la empresa, en un comunicado en el que cargó contra SeaWorld por el supuesto maltrato a los animales.
“Las finanzas de SeaWorld han seguido cayendo a medida que más animales mueren en sus pequeños tanques, con una muerte cada mes desde noviembre”, indicó Reiman, que instó a la empresa a “modernizar su negocio” creando santuarios para los animales y no más “prisiones para delfines”.
Tras años de críticas por su trato a las orcas, SeaWorld anunció a fines del año pasado que pondrá fin paulatinamente a los espectáculos con esos mamíferos acuáticos en su parque en San Diego, California (oeste).
La empresa sufrió un duro golpe en 2013 con el estreno del documental “Blackfish”, que denunció los estragos que sufren las orcas en cautiverio viviendo en tanques reducidos y con poca luz.
El número de visitantes cayó en picado y SeaWorld ha tratado desde entonces de revertir la mala imagen con una nueva campaña de publicidad y descuentos.
SeaWorld afirma que recibe al año más de 22 millones de visitantes en sus parques.