“No te explicas cómo ellos mismos se ausentan de la discusión que ellos mismos lanzan”, cuestionó el diputado Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano; Santiago Taboada, presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía, agregó: “me pareció muy extraño que no hubiera acompañamiento; no lo quiero llamar freno, pero desde que se presentó debió haber un acompañamiento puntual de la iniciativa”.
Ambos coincidieron con otros legisladores: han pasado tres meses desde que se presentó la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto para transformar el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) en una Secretaría de Cultura y las cosas no han avanzado. Ni la Presidencia ni Hacienda o el mismo Conaculta dieron seguimiento a la propuesta.
La ausencia de ese seguimiento obligó al grupo de legisladores a solicitar una prórroga —que vencerá en tres meses— para dejar listo un dictamen de la iniciativa del Presidente, ya sea a favor o en contra. También han decidido trabajar a través de conferencias, una figura legislativa que les permite establecer discusiones abiertas e invitar a los integrantes de la Comisión de Cultura del Senado de la República para trabajar de manera conjunta.
Pero las cosas van despacio: apenas la semana pasada comenzaron a definir que el interlocutor del gobierno federal será el presidente del Conaculta, Rafael Tovar, a quien solicitaron su presencia este viernes en la Cámara “para que explique las implicaciones de la iniciativa”. Tampoco en el Senado hay prisa, ayer fueron convocados los senadores a la reunión, y sólo asistieron la presidenta de la Comisión, Blanca Alcalá, y el panista Javier Lozano.