Por Diego Navarro Ousset
Este domingo 6 de marzo el periódico Mural publicó un artÃculo bastante interesante acerca de cómo la SecretarÃa de Salud y sus servicios deficientes afectan las vidas de la sociedad, especialmente la de bajos recursos. A lo largo del artÃculo se explica que durante el 2010 se recibieron 1,071 quejas y lo que va del 2011 se han recibido 932 quejas en contra de los servicios (cirugÃas y consultas) que la SSJ (SecretarÃa de Salud de Jalisco) ha otorgado en todo el estado. Actualmente la SSJ ha tenido que pagar indemnizaciones por la mala prestación de servicios. Se pueden poner varios ejemplos como el del bebé que perdió un riñón por un mala práctica médica, el del niño Ãngel MartÃnez Ochoa quien en mayo del 2010 murió al no aplicarle a tiempo el suero antialacrán, en enero del presente año también la hija de Adriana Sánchez, Mariana, falleció a causa de un diagnóstico y receta errónea, y el último caso el pasado 3 de marzo, en el que un niño murió también a causa de diagnóstico y receta errónea.
Desde una perspectiva ética, estos casos pueden dar de mucho que hablar. Primero, teniendo en cuenta el contrato social, sabemos que nosotros necesitamos leyes, derechos, regulación entre los seres humanos, y por ello, nosotros los ciudadanos pagamos impuestos, tenemos seguro social. Nosotros necesitamos cosas básicas como la salud, pero Hobbes señala no alcanzarÃa para todos y estarÃamos en competencia como los demás si solamente vivirÃamos en un estado de naturaleza. Pero, actualmente nosotros tenemos un contrato social, cuya reciprocidad hacia nosotros no es del todo completa. Nosotros pagamos impuestos, pagamos seguros, cumplimos con las leyes, pero nuestros derechos están siendo afectados. Incluso, en el artÃculo 4º de la Constitución PolÃtica de los Estados Unidos Mexicanos, se garantiza el derecho a la salud. Tenemos derecho a la protección de la salud, y la ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de la salud (MejÃa, 2010). También, tanto MejÃa como la SecretarÃa de Salud, señalan los derechos que nosotros como pacientes tenemos, a continuación nombraré los derechos violados: 1) recibir atención adecuada, 2) recibir información suficiente, clara, oportuna y veraz, 3)contar con facilidades para obtener una segunda opinión, 4) recibir atención médica en caso de que sea urgencia. Estos derechos han sido violados, por lo que concluyo que el contrato social no puede ser válido, pues no hay una reciprocidad.
Desde otro punto de vista, también el utilitarismo, por el cual entendemos â??el mayor bien para el mayor número de personasâ? (Anderson, 2004) está siendo afectado pues no se está tratando de obtener el mayor bien, y esto lo comprobamos en lo que se basa el utilitarismo: las consecuencias. La SSJ cumplirÃa con el utilitarismo, si las consecuencias fueran las mejores, pero desgraciadamente no lo son. Hay muertes, no se respetan los derechos ni de los pacientes ni de los ciudadanos, no se les trata con la mejor atención, y las citas son de demasiado tiempo de espera (Apestan, 2009).
En conclusión, a pesar de que a los que se les afecta principalmente son a la sociedad en recurso, el gobierno tiene que tener un mejor control, respetar los derechos de cualquier persona, cumplir con la reciprocidad del contrato social y buscar el mayor bien para la sociedad, porque para eso tenemos un estado regulado por los partidos polÃticos, por eso escogemos democráticamente al â??mejorâ? candidato porque queremos un mayor bien para toda la sociedad, sin exclusiones.
Referencias
Anderson, K. Utilitarismo (2004): El Mayor Bien para el Mayor Número. Ministerios Probe Articulos. Tomado el 7 de febrero del 2011.
http://www.ministeriosprobe.org/docs/utilitarismo.html
Apestan: casos del IMSS. (18, febrero 2009) Tomado el 6 de marzo del 2011.
http://www.apestan.com/cases/clinica-52-imss-guadalajara-jalisco-mexico_27234.html
MejÃa, C. (2011, marzo 6). Afecta vidas la SecretarÃa de Salud. Mural.
Tomado el 6 de marzo del 2011.
http://www.mural.com/comunidad
Rachels, J. (2007). Introducción a la FilosofÃa Moral. México: FCE.