Hay una persona que está apareciendo con frecuencia creciente junto al presidente francés Francois Hollande, tanto en viajes al exterior como en reuniones de alto nivel en el Palacio del Eliseo. No es cualquier persona: es Segolene Royal, ex pareja del presidente, madre de sus cuatro hijos y una integrante de peso del gabinete ministerial.
Como ministra de Ecología, Desarrollo Sostenible y Energía, Segolene Royal tiene una función crucial en los preparativos como sede de una conferencia climática de la ONU a fines de año, pero su nueva omnipresencia junto a Hollande irrita a los detractores, quienes dicen que tiene un papel excesivamente protagónico en la política presidencial.
Segolene Royal, de 61 años, goza de un estatus especial debido a su relación personal con el presidente, pero también a su propia carrera política.
Mientras la campaña presidencial de Hillary Clinton es posterior a la presidencia de su esposo, en la pareja política Hollande-Royal fue ella la primera estrella en ascenso.
Fue candidata presidencial del Partido Socialista en 2007 -el mismo año en que anunció su separación de Hollande luego de casi 30 años en pareja- y resultó derrotada por Nicolas Sarkozy. Hollande derrotó a Sarkozy en 2012.
El nombramiento de Segolene Royal como ministra se produjo poco después de la separación de Hollande de su esposa Valerie Trierweiler, de quien se decía que estaba en contra de ver a Royal en el gobierno.
Tras su escandalosa separación de Trierweiler en enero de 2014, entre trascendidos de que tenía relaciones con la actriz Julie Gayet, Hollande se ha mostrado sumamente discreto en su vida íntima.
Hollande nunca ha negado sus relaciones con Gayet, quien jamás aparece en el Eliseo, aunque la prensa francesa dice que lo visita en secreto. Nunca ha aparecido oficialmente con el presidente.
En cambio, Segolene Royal aparece ahora a su lado con regularidad.
En una reunión esta semana con el ex vicepresidente estadounidense Al Gore sobre cambio climático, Hollande saludó a su huésped y esperó el arribo de Royal para incluirla en la foto oficial.
El semanario francés Le Nouvel Observateur le dedicó una tapa reciente con el título “La vicepresidente”, un cargo que no existe en Francia.
Tanta presencia provocó una reacción de la ex primera dama. “Son inseparables. Va más allá de sus hijos. Comparten un gusto desaforado por la política. El poder es su razón de ser, su obsesión mutua”, dijo Trierweiler en entrevista con el diario Le Parisien.
Las encuestas indican que la popularidad de Royal supera de lejos la de Hollande. Los comentaristas políticos observan que Hollande podría usar el peso de Royal para buscar su reelección en 2017, a pesar de su propia falta de popularidad.
Ella es “muy popular en ciertas categorías de la base política de izquierda: la juventud y los trabajadores”, dijo Frederic Dabi, subdirector del instituto de encuestas Ifop. “Podría ser un factor de peso”.