De manera parca y sin aceptar cuestionamientos, los jugadores sancionados tras aquella reunión del 8 de septiembre en Monterrey, por fin decidieron dar a conocer su postura.
Los 11 sancionados económicamente, debido a las ausencias de los suspendidos (Carlos Vela y Efraín Juárez) se presentaron en el pequeño salón de conferencias del estadio Olímpico Benito Juárez.
Visiblemente nervioso, Héctor Moreno fue el encargado de comunicar que los jugadores jamás pidieron la renuncia de Néstor de la Torre a la Dirección de Selecciones Nacionales.
“Quiero ofrecer a nombre de mis compañeros y mío, una disculpa… somos jugadores profesionales, algunos con carreras ya hechas, otros con prometedoras, pero todos conocemos los reglamentos de conducta de nuestros clubes y los respetamos”.
“No podemos venir a la selección y no hacer lo mismo. Queremos que quede claro y que se entienda que lo que pasó no fue producto de un sólo evento ni de un capricho, como pudiera parecer, tampoco fue un acto de rebeldía ni prepotencia de nuestra parte. Es a consecuencia de errores, de mal manejo de las situaciones, de una pésima relación y un diálogo casi nulo, o en el mejor de los casos, unilateral con el ex director de Selecciones Nacionales”.
Y aclaró: “Tampoco pedimos el puesto de nadie como se ha dicho. En ningún momento lo solicitamos y nunca nos lo ofrecieron, sólo pedimos un intermediario”.
“También queremos recalcar que todas las decisiones tomadas han sido por parte del grupo. Esto no representa una victoria para nadie… Para nosotros este asunto está terminado, admitimos que cometimos errores y que las formas no fueron las correctas”, leyó el defensa central.
Mientras los futbolistas comunicaban esto, Efraín Flores reconoció que la situación que vivió al frente del Tricolor “no se la deseo a ningún director técnico del mundo” y confesó que se dio cuenta del mal ambiente en el equipo “desde que fui auxiliar de Enrique Meza en el partido contra España“