Sicilia muestra riqueza multicultural en el Museo Británico. La isla mediterránea de Sicilia, es el centro de una nueva exposición en el Museo Británico que presenta cuatro mil años de historia a través de objetos griegos, romanos, normandos, árabes y bizantinos.
Sicilia es la isla más grande del mediterráneo a la que llegaron los griegos en el siglo VII A.C. Tras varias conquistas, hubo un periodo de prosperidad con la llegada de los normandos en el año 1100-1250 D.C.
“Con esta exposición queremos demostrar que la isla italiana de Sicilia ofrece mucho más que limones y naranjas. Hay un aspecto menos conocido que es la fuerte influencia de los normandos”, señaló el curador de la muestra, Dr. Dirk Booms.
Después de una serie de guerras entre griegos, sicilianos, cartagineses y romanos, la isla fue eventualmente conquistada por Roma en la famosa batalla de marzo del año 241 A.C.
Tras la caída del imperio romano, los árabes y los cristianos bizantinos conquistaron la isla y extendieron su dominio durante varios siglos hasta la llegada de los normandos.
A finales del siglo XI mercenarios normandos que se habían establecido en el sur de Italia, conquistaron Sicilia la cual ya estaba habitada por griegos, musulmanes, judíos y normandos.
La isla se convirtió en una superpotencia en el Mediterráneo bajo los reyes Roger II, Guillermo I y Guillermo II, compitiendo en influencia política y económica con el imperio Bizantino en el Este, el Califato egipcio y los Estados Papales en las afueras de Roma.
La exposición “Sicilia, cultura y conquista” narra a través de objetos la riqueza cultural y el poderío político que alguna vez tuvo la isla, famosa por el activo volcán Etna, que se ubica en la costa este.
Entre los objetos más destacados se encuentra un altar de terracota (500 años AC) con las cabezas de las diosas de la agricultura, la fertilidad y el ciclo de la vida. Sobre ellas una pantera devora un toro.
Otra de las icónicas figuras es el famoso monstruo griego, Gorgon, una escultura de terracota que alguna vez se erigió en una edificación siciliana y que a pesar de tener más de dos mil 300 años de antigüedad está perfectamente conservada.
Otro tesoro traído de Sicilia es una escultura de mármol de un guerrero griego de más de dos mil 500 años de antigüedad encontrada en la antigua Akragas, hoy Agrigento, en la costa sureste siciliana.
Las máscaras fenicias hechas de terracota, una cabeza de caballo que es mitad dios y mitad humano, así como una columna de piedra caliza y mármol, son parte de los 200 objetos de la isla que se reunificó a Italia en 1870.