Los aspirantes republicanos se enfrentan a las primarias presidenciales en South Carolina, una elección que podría determinar la solidez de Donald Trump como principal candidato a la nominación y ayudará a aclarar si algún político más convencional podrá plantarle cara.
Los demócratas, por su parte, celebraran caucus en Nevada también el sábado, el primer examen para Hillary Clinton y Bernie Sanders en un estado con más diversidad racial. Aunque la campaña de Clinton consideró en su día que el oeste era un buen escenario para empezar a alejarse de Sanders, su equipo está nervioso ante una posible ajustada contienda con el senador por Vermont.
Para ambos partidos, las primarias de 2016 han revelado una profunda frustración de los votantes con Washington y la influencia de las grandes corporaciones en el sistema político estadounidense. El ánimo de los electores ha puesto patas arriba el orden político habitual, y los candidatos más tradicionales luchan para encontrar su equilibrio.