Alguien que ha demostrado que simplemente no tiene autoridad en la Camara de Diputados es el perredista Silvano Aureoles.
Curiosamente cuando comenzo a ver hacer unas horas que su bancada mas alla de todo lo que dijera y propugnara para que se vieran en el marco de la legalidad, se puso muy pálido, muy amarillo con la llegada de la minuta de reforma energética a San Lázaro y recibió dos raspones.
¿Sabe cuales?
El primero fue de parte de sus compañeros de bancada y el otro, del líder del grupo parlamentario del PRI, Manlio Fabio Beltrones.
La cuestión fue sencilla, el presidente de la Junta de Coordinación Política, Silvano Aureoles, se quedó en medio de la refriega porque sus diputados tomaron el salón del Palacio Legislativo para evitar el desarrollo de la sesión que tocaría los aspectos de la reforma energética, no hubo comunicación con la coordinación de la fracción que lidera el propio Silvano Aureoles y eso se hizo un circo romano.
Entendamoslo en pocas palabras y palabras que todos podamos entender sin problema alguno, se lo brincaron, lo ignoraron, pasaron por encima de su autoridad y ni siquiera lo tomaron en cuenta para realizar la protesta que tenían preparada los propios perredistas.
Pero si esto es poco, luego, don Manlio Fabio Beltrones le reclamó las acciones de los diputados perredistas en el salón de sesiones y de algunos simpatizantes del PRD que insultaron a diputadas del PRI, hasta que se liaron al golpes un par de ellas, así que imagínese usted
No habrá consideraciones con nadie, exclamó el sonorense Manlio Fabio Beltrones. Silvano Aureoles fue el más golpeado de la jornada al grado que en alguna esquina del palacio legislativo llora como muñeca fea.