El ministro haitiano de Sanidad, Alex Larsen, dijo que su gobierno tiene controlada la situación sanitaria del país “en un noventa por cien” y aseguró no estar preocupado por la aparición de epidemias.
En declaraciones, Larsen afirmó que la situación es satisfactoria en lo referente a los cuidados médicos, y que la principal preocupación de su Gobierno es el estado del alcantarillado y las aguas usadas en los miles de campamentos surgidos espontáneamente para albergar a los damnificados por el terremoto del pasado día 12.
Larsen dijo que se han detectado numerosas infecciones respiratorias que calificó de comprensibles, ya que cientos de miles de personas viven en la calle -cerca de un millón según las cifras de la Organización Mundial de la Salud-, respirando polvo y expuestas a los cambios de temperatura.
Sin embargo, todavía no hay motivos para preocuparse por las infecciones intestinales, subrayó, pese a las advertencias lanzadas por los médicos de varios hospitales de que comienzan a ver un alarmante número de diarreas.
Larsen subrayó que, desde el punto de vista sanitario, es partidario de reubicar a los desplazados en nuevos campamentos dotados de servicios de saneamiento, con una red de agua corriente y de aguas usadas, así como aseos y servicios médicos.
Esta opción, defendida por el Gobierno, es muy cuestionada por los organismos internacionales, que creen mejor estabilizar los actuales campamentos y ayudar a la gente a reconstruir sus propias casas