Los presidentes de Siria, Bashar al Asad, e Irán, Mahmud Ahmadineyad, se mostraron, hoy en Damasco, desafiantes ante Estados Unidos al que instaron a abandonar la región.
“Nosotros decimos que sus esfuerzos por imponer su hegemonía en la región han llegado a un callejón sin salida y a un estado de frustración, por lo que tienen que irse y librarnos de su mal”, dijo Ahmadineyad en una rueda de prensa celebrada con su homólogo sirio.
Asimismo, subrayaron que las relaciones bilaterales continuarán “fuertes e intactas”, a pesar de los “consejos” de EU para que Siria se distancie de Irán.
“Esperamos que no nos den consejos o lecciones sobre nuestra región o nuestra historia porque sabemos más que ellos”, dijo Al Asad en la rueda de prensa conjunta, tras la firma de un acuerdo para suprimir los visados para viajar entre Siria e Irán.
Al Asad respondía así a una petición de la secretaria de Estado de EU, Hilary Clinton, que había instado a Damasco a que se distanciara de Teherán.
“Nuestra respuesta a esta petición es que hoy hemos firmado un acuerdo entre los dos países para abolir los visados de entrada”, dijo el presidente sirio.
Esta demostración pública de unidad, que coincide con la celebración en el mundo musulmán del aniversario del nacimiento del profeta Mahoma, se produce en un momento en el que Washington estudia endurecer las sanciones contra Irán para que detenga su programa nuclear.
Durante la rueda de prensa, Ahmadineyad también insistió en que se ha terminado “el tiempo en el que EU emitía órdenes desde ultramar. Ahora los pueblos gobiernan la región”.
Además, el presidente iraní insistió en que se está formando en Oriente Medio un frente compuesto por Siria, Irán y Turquía, y al que posiblemente se uniría Irak.
“Existe una armonía entre Siria, Irán y Turquía y, si Dios quiere, Irak se unirá a ella. Esta armonía se enfrenta a quienes quieren imponer la hegemonía en la región”, dijo Ahmadineyad.
Por otra parte, el ultraconservador líder iraní advirtió de nuevo a Israel, e insistió en que un eventual ataque contra Siria desembocaría en el fin de Estado israelí.
“Si la entidad sionista (Israel) repite los ataques del pasado, esto significará su expulsión. Si continúan por el camino equivocado no encontrarán lugar en la región”, subrayó Ahmadineyad, antes de instar a los israelíes a recapacitar.
A este respecto, Al Asad remarcó que su país “está en todo momento preparado para hacer frente a una eventual agresión de Israel”.
La visita de Ahmadineyad, que sólo se prolongará unas horas, coincide con un renovado acercamiento entre Damasco y Washington, que no oculta sus deseos de que Siria se aleje de la esfera de Irán, el principal aliado de Damasco en la región.
Asimismo, se produce en un momento en el que ha aumentado el tono de las declaraciones entre Israel, por un lado, y Siria y Líbano, por otro.
El pasado 3 de febrero, el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, manifestó que era vital volver a las negociaciones de paz con Siria porque, de otro modo, se podía llegar a la guerra.
En respuesta, el ministro de Exteriores sirio, Walid al Mualem, advirtió de que, en caso de guerra, esta llegaría hasta las ciudades israelíes