Así como en su vida profesional ha disfrutado largamente del éxito, con dos nominaciones al Oscar por Rocky y una vigencia como estrella del cine de acción que parece desafiar sus casi 70 años, a Sylvester Stallone las cosas no le han ido muy bien en el plano familiar. Padre de cinco hijos, dos con su primera esposa, Sasha Czack, y tres con su tercera, la exmodelo Jennifer Flavin, Stallone tuvo que lidiar con el autismo de Seargeoh, el menor de los que tuvo con Czak, que hoy tiene 35 años, y con la muerte de Sage a los 36, por un ataque al corazón. Los problemas cardiacos también han afectado a la mayor de sus hijas, Sophia, de 18, quien meses después del fallecimiento del primogénito fue sometida a una operación a corazón abierto.
Ahora es su hija Sistine Rose, de 16, quien ha sido noticia, pero en este caso son buenas nuevas. La bella adolescente ha comenzado una carrera como modelo y lo ha hecho por la puerta grande, con un gran despliegue en la revista Teen Vogue que también incluye una entrevista. En realidad, se trata de la tercera oportunidad en que participa de una sesión de fotos, pero esta es la que le ha dado un lugar en los titulares, aunque ella misma es consciente que por ahora, todo se debe a su célebre papá. Sin embargo, Sistine se lo ha tomado muy en serio, y admite que ha escuchado cada consejo de su madre, que algo sabe sobre el tema: “Ella es mi mano derecha. Me ha explicado de qué lado se me ve bien y de cuál se me ve mal, cómo tengo que caminar por las pasarelas, y de qué forma tengo que convertirme en otra persona cuando me pongo cierta prenda. Modelar es básicamente como actuar, porque tienes que cambiar de personalidad con cada cambio de vestuario”, señaló.
En cambio, la joven Sistine Rose jura que trabajar en el cine no está en sus sueños, simplemente porque está convencida de que no tiene talento: “Soy verdaderamente horrible como actriz, y detesto verme hablando en cámara. Aparezco ridícula”, afirma, aunque admite que algo ha heredado de su famoso padre: “Tengo su mismo sentido del humor y su ética de trabajo, lo cual no es poco”.
A la nueva modelo Sistine Rose no le falta experiencia con la fama, y ya a los 9 años descubrió que la forma de lidiar con los paparazzi no es sacarle la lengua a los fotógrafos. La foto que le tomaron cuando salía con su padre de una tienda de mascotas fue ciertamente popular en su escuela y cuando era un poco mayor y en una playa de Saint-Tropez se levantó para ajustarse el bikini, volvió a ser famosa simplemente por llamarse Stallone: “A veces uno simplemente quiere disfrutar de la vida sin preocuparse por si se le ve bien o no”, le explicó a la edición juvenil de Vogue, aunque aclaró que está dispuesta a hacer sacrificios para triunfar en su nueva profesión: “Ya tengo suficiente edad. Cuando quiera que me hagan fotos, saldré a la calle. Cuando quiera que me dejen en paz, me quedaré en casa”, dijo.
Sistine Rose confiesa que tiene dos cuentas en Twitter bajo su nombre, pero que en realidad, no son de ella. Y aunque sean sus fans los que le han usurpado su identidad, sigue muy atentamente los comentarios que recibe: “Todo el tiempo preguntan sobre mi padre, cómo hace para mantenerse en forma y si de verdad escribe sus guiones”, revela.
Por ahora, sus planes son tomarse las cosas sin prisas, dándole prioridad a terminar sus estudios en la escuela privada católica a la que asiste. Como Sylvester no le permite tener novio, ocupa su tiempo libre en jugar al voley o acompañar a su padre los fines de semana en sus rondas de golf. De ser hija de un famoso, dice que lo mejor es la oportunidad de viajar: “El trabajo de mi papá equivale a nuestras vacaciones. A donde va él, vamos nosotras, ya sea Roma o Tailandia”, cuenta.