Miles de personas invadieron las principales estaciones de autobuses y trenes de Urumqi este viernes, muchas de ellas a causa de las violencias étnicas que estallaron el domingo en la capital de Xinjiang (noroeste) y que dejaron oficialmente 156 muertos.
Unas 10.000 personas abandonaron la ciudad cada día de la semana desde que estallaron las violencias el domingo. En la estación de autobús de Bayi (la principal de la ciudad), se registró el doble del tráfico normal, dijo un empleado de la estación llamado Adili.
Adili dijo a la AFP que normalmente numerosos estudiantes dejan en estas fechas la capital regional por las vacaciones de verano, pero que muchos otros abandonaban la ciudad por las violencias.
“Por supuesto, los estudiantes están contentos de regresar a casa, pero algunos de ellos se van porque temen por su seguridad”, indicó.
Las filas en la estación de autobús tenían hasta unas 300 personas este viernes por la mañana, constató la AFP.
Una mujer, Li, que compró un pasaje para ir a Lanzhou, capital de Gansu (centro) a unos 1.900 km de Urumqi, dijo a la AFP que se iba “un tiempo a casa hasta que las cosas se calmen”.
Al menos 156 personas murieron el domingo en disturbios interétnicos en Urumqi, capital de la región de Xinjiang, entre hanes, etnia mayoritaria en China, y uigures, principal minoría de esa región.