Soldados turcos realizaron una incursión nocturna en la vecina Siria para evacuar a docenas de soldados sitiados que protegían una tumba otomana y mover la cripta a una nueva localización en Turquía el domingo tras plantar ceremonialmente la bandera de la media luna y la estrella.
En un lacónico informe del incidente, la agencia estatal siria denunció la “flagrante agresión” de los soldados turcos en su territorio.
La misión, salvar a soldados turcos que según reportes llevaban meses atrapados en la tumba del abuelo del fundador del imperio otomano, hizo que las tropas turcas cruzasen al país vecino cerca de la ciudad fronteriza de Kobani, antes sitiada por el grupo Estado Islámico..
Turquía fue muy criticada durante meses por no intervenir en la batalla por Kobani, en la que finalmente las fuerzas curdas respaldadas por ataques aéreos de la coalición liderada por Estados Unidos expulsaron a los radicales de la localidad.
“Dimos a las fuerzas armadas turcas directrices para proteger nuestras valores espirituales y la seguridad de nuestro personal de las fuerzas armadas”, dijo el primer ministro turco Ahmet Davutoglu en declaraciones televisadas.
Cerca de 600 soldados turcos y 100 tanques y vehículos blindados entraron en Siria el sábado por la noche, mientras drones y aviones realizaban vuelos de reconocimiento sobre ellos, explicó Davutoglu el domingo.
Un grupo llegó hasta el sepulcro, a unos 35 kilómetros (22 millas) de Turquía, a orillas del río Éufrates, en la disputada provincia de Alepo, dijo el primer ministro. Un segundo grupo se hizo con el control de una zona a solo 200 metros (yardas) de la frontera turca, en la región siria de Ashma, según un comunicado de la oficina del presidente, Recep Tayyip Erdogan.
Un soldado falleció en un “accidente” durante la maniobra, confirmó el ejército de Ankara sin ofrecer más detalles.
Medios turcos mostraron más tarde imágenes patrióticas de tres soldados izando la bandera nacional en el nuevo emplazamiento del mausoleo.
“Antes de que la bandera turca fuese arriada (en la tumba), la bandera turca empezó a ondear en otro lugar en Siria”, dijo Davutoglu añadiendo que los soldados habían destruido el complejo que en su día albergó la cripta.
Las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos fueron informadas de la operación tras su inicio para evitar víctimas, explicó Davutoglu. Funcionarios estadounidenses y del gobierno sirio no ofrecieron comentarios de inmediato.
Durante meses hubo rumores de que los soldados apostados en la tumba estaban sitiados por extremistas del grupo Estado Islámico, que controla un tercio de Siria y el vecino Irak en un auto declarado califato. Unos 40 guardas turcos llegaron a custodiar el lugar, convirtiéndose en objetivos para la milicia radical y otras formaciones que combaten en la guerra civil que asola el país desde hace casi cuatro años.
La tumba pertenece a Suleyman Shah, el abuelo de Osman I, fundador del imperio otomano. El lugar junto al río Éufrates es venerado por Turquía, un país fuertemente nacionalista cuyos derechos sobre la zona derivan de un tratado firmado en 1921 con Francia, entonces potencia colonial en Siria. El imperio otomano colapso a principios del Siglo XX tras la I Guerra Mundial.
En la década de 1970, Turquía trasladó el mausoleo a su última localización porque su último emplazamiento, en un castillo más al sur en territorio sirio, quedó inundado por las aguas de un nuevo pantano.
Se cree que Shah, un líder turco, se ahogó en el Éufrates en el siglo XIII. Sus seguidores se dirigieron hacia el norte, a lo que hoy el Turquía, dando inicio al imperio otomano. Algunos historiadores cuestionan el relato oficial sobre la tumba de Shah, diciendo que podría haberse inventado a posteriori para enriquecer la identidad imperial de los turcos.
Turquía quería la caída del presidente sirio Bashar Assad y respaldó a algunos rebeldes que luchan en su contra. A principios de esta semana, Turquía firmó un acuerdo con Estados Unidos para formar y armar a insurgentes sirios que combaten a Estado Islámico.
Con una frontera de 1.200 kilómetros (750 millas) con Siria, Turquía podría ser un actor principal en la lucha contra Estado Islámico. Pero las negociaciones con Estados Unidos sobre qué hacer con los radicales islámicos han estado plagadas de desacuerdos – con Ankara insistiendo en que la coalición tiene que atacar también objetivos del gobierno de Assad.
Turquía también está preocupada por algunos de los combatientes curdos que enfrentan a Estado Islámico en Kobani. Considera que los curdos que luchan en Siria con una extensión del Partido de los Trabajadores del Curdistán, que mantiene un movimiento contrario al gobierno desde hace 30 años y es considerada una formación terrorista por Estados Unidos y la OTAN.