Un informe publicado por una organización internacional de caridad señala que al menos cuatro de cada cinco niños en los orfanatos de todo el mundo tienen un padre vivo.
La organización británica de beneficencia Save the Children dice en su informe que millones de niños son puestos en riesgo al ser dejados en instituciones donde pueden ser víctimas de abuso sexual, tráfico de personas y golpizas.
Save the Children agrega que se deberían invertir recursos en proyectos que apoyen a las familias para que puedan cuidar a sus niños.
El informe señala que los orfanatos en algunos países se han convertido en grandes negocios, recibiendo frecuentemente importantes incentivos financieros de gobiernos o donantes bien intencionados.
Los padres que entregan sus hijos a orfanatos pueden esperar darles un mejor futuro o creer que les serán devueltos cuando cumplan 18 años.
Pero pocos están al tanto de que están renunciando a todos los derechos legales sobre sus hijos, dice la organización.
El informe alega que los niños se han convertido en “mercancías” de una industria en expansión.
“Se conoce de instituciones inescrupulosas que reclutan niños para obtener utilidades del tráfico internacional en adopciones”, agrega
“La tendencia está exacerbada por el hecho de que muchos proveedores públicos y privados reciben financiación con base en el número de niños residentes bajo su cuidado. Ellos tienen, por lo tanto, interés en mantener números grandes de niños”.
La autora del informe, Corinna Csaky, añade que “es un mito que los niños en orfanatos no tienen padres. La mayoría de ellos están ahí porque sus padres simplemente no pueden darles comida, ropa y educación”.
El corresponsal de la BBC en Kenia, Will Ross, dice que muchos niños han sido forzados a vivir en la calle por la pobreza, los efectos del VIH y la violencia inter-tribal del año pasado.
Han aparecido instituciones para albergar a algunos de esos niños pero ha habido quejas de tratamiento inhumano y el gobierno admite que los hogares no siempre son bien administrados, agrega el corresponsal