El próximo 2 de enero de 2015, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) elegirá a su nuevo presidente y máximo representante del Poder Judicial federal.
Durante una sesión pública solemne y de entre los ministros asistentes al pleno será elegido el sucesor de Juan N. Silva Meza, quien concluye su encargo como ministro presidente de la SCJN en diciembre de este año.
Aun cuando faltan dos meses para que Silva Meza deje el cargo que desempeñó durante los últimos cuatro años, la disputa por relevarlo es una realidad desde hace varios meses en el interior de la Suprema Corte y de la Judicatura Federal.
Los nombres de sus posibles sucesores son más visibles conforme la cuenta regresiva avanza.
Por ejemplo, Luis María Aguilar Morales, Margarita Luna Ramos, Arturo Zaldívar y Fernando Franco González Salas son los nombres de los ministros que con mayor frecuencia son mencionados dentro de una lista de siete aspirantes con posibilidades reales de competir.
Les siguen Alberto Pérez Dayán, Jorge Mario Pardo Rebolledo y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quienes al igual que sus compañeros decidirán en las próximas semanas si formalizan o no sus posibles aspiraciones para encabezar la Suprema Corte, según lo establece La Ley Orgánica del Poder Judicial.
Por razones de tiempo en sus encargos, los ministros Olga Sánchez Cordero y José Ramón Cossío quedan fuera de la competencia interna, al igual que Silva Meza, quien concluye su periodo de 15 años como ministro de la SCJN en noviembre de 2015.
Sánchez Cordero, a su vez, finaliza su etapa como ministra de la Corte en noviembre de 2015.
En el caso de Cossío Díaz, renunció desde la sucesión anterior a participar en la competencia, por considerar que desde su posición de ministro es la mejor forma de luchar por sus ideales; además de que le faltaría un mes para poder cubrir un periodo en la presidencia de cuatro años, dado que será el 30 de noviembre de 2018 cuando termine su ciclo como integrante del máximo tribunal de justicia del país.
El caso del ministro Sergio Valls como contendiente está en duda debido a su estado de salud, el cual le obligó hace unas semanas a solicitar una licencia de un mes para afrontar un grave padecimiento –hasta ahora mantenido en estricta confidencialidad—, luego de varios meses de ausencia intermitente en las sesiones públicas del pleno de la Corte y de la Segunda Sala, de la que forma parte.
De acuerdo con la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en los primeros cinco días de diciembre próximo se conocerán los nombres, de manera oficial, de quienes aspiren a la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Si bien la elección del presidente de la Corte y de la Judicatura es un proceso interno, expertos en derecho y catedráticos de la UNAM, la Universidad Iberoamericana y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) consideran que la relevancia de la designación resulta de tal magnitud que “es obligado” ventilar el tema ante toda la sociedad, porque “un déficit de la cultura democrática” en el país radica justamente en el desconocimiento de los ciudadanos respecto del Poder judicial federal, de quién interpreta la constitución y qué pretende lograr.