El pugilista de 23 años de edad fue encontrado por su madre colgado en su domicilio, ubicado en la zona habitacional Morelos Oriente, en el cruce conocido como la Ex Fuente Maya, de la ciudad de Mérida Casualmente, Iván iba a recibir su cinturón como campeón minimosca de la Fecombox, luego de que hace unas semanas consiguió una victoria de forma contundente ante Ulises Condorito Martín, en el estadio Polifuncional de Mérida.
Su último combate fue el 15 de marzo pasado en el Gimnasio Polifuncional de Mérida, donde dio una exhibición de poder y talento boxístico y derrotó por amplia decisión al internacional yucateco Condorito Martín en su estreno en peleas de 10 asaltos.
En diciembre pasado, Ramírez tuvo su primer combate internacional en Surinam, donde venció por decisión unánime en seis asaltos al venezolano Nohel Arambulet.
Recolector de basura Su oficio abajo del ring era la recolección de basura y desde temprana edad tuvo una vida llena de sacrificios y trabajo en busca del anhelado sueño de ser campeón del mundo.
Ramírez era el protagonista de una de esas historias de superación.
Y es que Sonríes vio en el boxeo una escapatoria a sus problemas de vandalismo, en los que estuvo involucrado desde a temprana edad.
A los 12 años tuvo el primer contacto con el deporte de los puños, por medio de uno de sus amigos que lo invitó a incorporarse a un gimnasio, luego de verlo en algunos pleitos callejeros.
De acuerdo con los primeros reportes, el joven pugilista se comunicó por la noche del miércoles con su representante, Andrew Pérez, para preguntar sobre su próxima batalla, cuando departía con varios conocidos que no detectaron anomalía alguna en su ánimo y sabían que iba a iniciar una etapa intensa de su preparación.