Don Manuel Pérez Ramos, â??Manoloâ?, sà es muy salsa, asegura que se puso a hacer la tarea e investigó recetas japonesas, hawainas y tailandesas a las que agregó el toque mexicano.
Resultado una salsa de cacahuate â??especialidad de la casaâ?? por la que podrÃa atravesar la Ciudad de México.
Tacos Manolo, tuvo sus inicios en un carrito de valeros ambulante que se movÃa de un sitio a otro, hasta que la gente, como es común, le pidió que se quedara quieto. Fue el 5 mayo de 1989, cuando en la esquina de Luz Saviñón y Cuauhtémoc, en la colonia del Valle, montó su puesto.
â??La gente me ubicaba porque picaba la carne bien rápido, tenÃa mucha agilidad y era todo un espectáculo vermeâ?, cuenta orgulloso. Hoy tiene cinco puestos, un local y un par de copias piratas, incluyendo una en Miami.
Sus precios son un tanto elevados como lo reconoce el propio Manolo, cinco pesos los tacos de pastor y siete la especialidad asà como los de suadero, sin embargo si va corto de dinero y con hambre puede pedirse una promoción de tacos árabes, dos por 20 pesos.
Si bien no son los mejores (los mejores que probé fue Estambul, TurquÃa, y en Puebla a donde llegaron de la mano de los libaneses por allá de 1960) la variedad de salsas solventa ese problema.
Ahora bien como dicen algunos de sus fans, a Manolos se va a comer â??el Taco Manoloâ?, que don Manuel inventó hace 33 años, una capa de carne finamente picada al igual que la cebolla, y algo de tocino, si el paladar no me falla, unas cuantas especias y ya.
â??Mi favorito es el Manolo con queso, lo baño en salsa de cacahuate le revuelvo habaneros y le pongo un poco de guacamoleâ?, comenta.
Ahora si usted es un poco más refinado y eso de los puestos en la calle no le va o lleva a la familia, cruzando la calle hay un lugar fijo con suficientes mesas, ahà el taco es más barato pues va en tortilla más pequeña.
Y ya para rematar no olvide pasar con la señora que vende postres en la cajuela de su carro justo enfrente de la taquerÃa, le recomiendo sobre todo el flan napolitano