Hemos hablado en diferentes ocasiones de que en Tamaulipas hay una situación solo comparable con algunos escenarios de guerra, donde la gente no puede salir, las instituciones están rebasadas, algunas coludidas y que por mas esfuerzos que hacen las autoridades federales y locales, el crimen organizado que vive bajo la sombra del gran emporio que es el narcotrafico hace lo que quiere.
Pero este proceso electoral que se lleva a cabo en estos meses de cara a elecciones totales en la entidad, se realiza bajo el fuego cruzado del crimen y la guerra sucia entre candidatos a gobernador.
Los electores y ciudadanos sin importar color de partido o preferencia de candidato, se encuentran en medio de la inseguridad, los candidatos hacen campaña, incluso, en internet ya que hay zonas que ni de chiste pueden visitar.
Hay varias docenas ya de candidatos a puestos menores que han preferido renunciar a ser electos, suspenden sus campañas e informan que han recibido algún tipo de amenaza de muerte tan creíble que les lleva a suspender toda acción.
No olvidemos que las elecciones pasadas a gobernador, en Tamaulipas se vivió el peor episodio posible, el candidato del PRI fue ejecutado por sicarios de algún cartel del narcotrafico cuando su convoy iba al aeropuerto. Las imágenes le dieron la vuelta al mundo ya que los cuerpos rafagueados fueron dejados en la carpeta asfáltica.
Si bien hoy en día se tiene mas seguridad que antes para los candidatos en Tamaulipas no todos están protegidos y las elecciones se sabe que tendrán un operativo mayor, no dude que los finos hilos de complicidades se han tenido para que la balanza se incline de un lado u otro.