Los republicanos de mayor rango en el Senado reprendieron en fila a su correligionario Ted Cruz por criticar con severidad al líder de la mayoría, Mitch McConnell, en lo que fue una extraordinaria exhibición en vivo de discrepancias dentro del partido en el pleno de la cámara alta.
Cuando el Senado se reunía el domingo para una sesión extraordinaria, los senadores Orrin Hatch, de Utah, Lamar Alexander, de Tennessee, y John Cornyn, de Texas, se levantaron de sus curules uno tras otro para refutar el sorpresivo discurso en el que el senador Cruz, de Texas, acusó el viernes de mentir a McConnell, de Kentucky.
Ninguno de ellos mencionó al legislador latino por su nombre pero el destinatario de las declaraciones no podía haber sido más evidente. El drama tuvo lugar el domingo cuando el Senado rechazó una votación de trámite para revocar la ley de atención médica del presidente Barack Obama y para avanzar hacia la reinstalación del Banco de Exportaciones e Importaciones, ambas enmiendas adosadas a un proyecto de ley sobre carreteras que debe ser aprobada y decretada por el Congreso.
“Las disputas y la santurronería quizá sean toleradas en otros estadios y tal vez en las actividades de campaña, pero no tienen cabida entre colegas del Senado de Estados Unidos”, afirmó Hatch, presidente temporal de la Cámara Alta. El senador Cruz busca la candidatura presidencial republicana.
“El pleno del Senado se ha convertido incluso en un lugar donde los senadores han señalado a sus colegas por su nombre para atacarlos en términos personales, para impugnar su carácter, en una flagrante infracción de las normas del Senado”, declaró Hatch. “No debe ser tolerado el mal uso de la tribuna del Senado”.
Después de las palabras de Hatch, Cruz se levantó para defenderse y afirmó que acusó a McConnell de mentir cuando negó que había concertado un acuerdo para permitir la votación a fin de reinstalar el Banco de Exportaciones e Importaciones.
Cruz afirmó que estaba de acuerdo con los llamados de Hatch a la civilidad pero declaró que “decir la verdad sobre acciones es congruente en absoluto con la civilidad”.
Y a más de retractarse, Cruz reiteró su molestia con McConnell.
“Lo que dije quizá sea incómodo pero es un hecho, congruente en absoluto con el decoro, y ningún miembro de esta cámara ha planteado que se había hecho una promesa y que fue rota esa promesa”.