Temen que Hillary Clinton con malos resultados ayude a Donald Trump. Cuando Hillary Clinton se enfrentó a Barack Obama en la contienda presidencial demócrata de 2008, su esfuerzo al final dio como resultado un partido en su mayoría unificado. Obama dijo que el proceso lo hizo un candidato más fuerte y posteriormente persuadió a Clinton para que fuera su secretaria de Estado.
Ocho años después, Clinton nuevamente está en una prolongada contienda primaria que ciertamente parece extenderse más de lo que la gente esperaba, pero ahora es mucho menos clara la forma en que la pelea contra Bernie Sanders la posicionará de cara a las elecciones de noviembre.
Los allegados a Clinton insisten en que hay poco que ellos puedan hacer para sacar a Sanders de la contienda, pero están empezando a mostrar señales de impaciencia con lo que perciben como un tono cada vez más negativo en la campaña del senador por Vermont.
“Nos gustaría cerrarlo tan pronto como sea posible”, dijo Jen Palmieri, jefe de prensa de Clinton, horas antes de la sorpresiva victoria de Sanders en Michigan la semana pasada.
Clinton y sus aliados esperaban cambiar gran parte de su atención en la elección general después de las votaciones del martes 15, pero ese plan quedó en duda después de perder en Michigan.
Los estrategas demócratas querían usar la primavera para afianzar las primeras líneas de ataque contra Donald Trump, el impulsivo multimillonario que ha derrotado con éxito casi todos los esfuerzos republicanos para minar su candidatura. Importantes donadores de Clinton esperaban que la campaña comenzara a recaudar dinero para la elección presidencial en abril, un hecho que, ahora dicen, se ha aplazado.
Los asesores dicen que las contiendas que vienen en Ohio, Missouri e Illinois se ven más complejas de lo que se veían hace unos días, obligándolos a enfocarse en la primaria a pesar de tener una importante ventaja en el número de delegados que determinan la nominación.
De ganar el martes, Sanders obtendría nuevo impulso y le daría meses para seguir criticando las posiciones de Clinton en temas en los que Trump desea enfocarse en noviembre.
Trump por su parte está empezando a enfocarse en la elección general y una potencial campaña contra Clinton.