La existencia de un tetzacualco (adoratorio) en medio de un estanque natural y el efecto óptico que se produce en el espejo de agua en el Nahualac, sitio ubicado en las faldas del volcán Iztaccíhuatl, en el municipio de Amecameca, Estado de México, sugiere un modelo miniatura del universo, señaló la arqueóloga Iris del Rocío Hernández, de la Subdirección de Arqueología Subacuática del Instituto Nacional de Antropología e Historia