La conferencia de la CITES rechazó el martes colocar bajo su protección a dos especies de tiburones – el tiburón martillo y el tiburón oceánico – después de haber rechazado a otras dos especies de gran valor comercial, como el atún rojo del Atlántico oriental y el coral rojo.
Con 75 votos a favor y 45 en contra, la proposición de Estados Unidos y Palaos para una calificación del tiburón martillo (Sphyrna lemini) en el Anexo II de la Convención sobre el comercio internacional de especies salvajes amenazadas (CITES), que habría permitido regular las exportaciones, fue rechazada al no obtener los dos tercios de votos requeridos.
Unos instantes después, otra proposición de los mismos paises, relativa al tiburón oceánico de puntas blancas (Carcharhinus longimanus – lamia, jaquetón de ley o tiburón loco) – también fue rechazada (75 a favor y 51 en contra).
Las dos votaciones se hicieron con voto secreto, a pesar de la oposición de Libia que reclamó con insistencia que hubiese “transparencia”.
Las dos especies, capturadas por sus aletas, figuran en la lista roja de la UICN (Unión mundial por la conservación de la naturaleza) como especie “mundialmente en peligro”, e incluso en “peligro crítico” en el caso del tiburón oceánico de puntas blancas en el Atlántico occidental.
Los dos peces sólo se reproducen cada dos años y su población ha disminuído en un 70% en el caso del tiburón oceánico y de 83% para el tiburón martillo en los últimos veinte años, debido al exceso de pesca y a capturas “accesorias” (accidentales).
Su clasificación era recomendada por la UICN, como por la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación.
Desde la apertura de la conferencia de Doha, el 13 de marzo, Japón se opone a la intervención de la CITES en la gestión de la pesca comercial.
En su posición recibió el apoyo de Indonesia, primer “productor” según la FAO, y de China, que no informa de sus capturas a la FAO pero que consume tradicionalmente las aletas de tiburón en sopa.
“Si se elimina un depredador mayor como el tiburón, se destruye todo el equilibrio de los océanos. Los científicos comienzan apenas a prever las consecuencias de tal desaparición: estamos frente a un derrumbe en un periodo relativamente corto de menos de 30 años”, alertó Matt Rands, experto en tiburones del Pew environment group, una ONG estadounidense.
Por proposición de Palaos y de Suecia (en nombre de la Unión Europea), se reclamará este martes la protección del Anexo II de la CITES para otras dos especies: el tiburón cailón o marrajo sardinero (Lamna nasus) y el tollo o pez gallo (Squalus acanthias)