El tráfico de personas, sobre todo para explotación sexual, deja más ganancia que la venta ilegal de armas, porque a la gente la pueden comercializar varias veces, aseguró Gustavo Espinosa, vicepresidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de Uruguay.
De acuerdo con estudios y análisis recopilados por él, cada año alrededor de cuatro millones de personas en el mundo son secuestradas por el crimen organizado para ser explotadas, lo que ha convertido este delito en el segundo negocio más rentable, después del tráfico de drogas.
â??Mientras una droga o un arma la vendes y no regresa, a un individuo lo puedes comercializar sistemáticamente por varios años hasta que muera, lo cual convierte a la trata de personas en un negocio con miles de billones de gananciasâ?, explicó el legislador sudamericano.
Entrevistado en el marco del Foro Mundial Juvenil que se desarrolló esta semana en el Congreso mexicano, el uruguayo explicó que un traficante gana de 15 mil a 30 mil dólares mensuales por la explotación sexual de una persona, según el tipo de servicio que ofrezca, â??y entre más fuertes sean las perversiones del que paga, mayor es el incremento en el precioâ?.
Gustavo Espinosa comentó que incluso tiene casos registrados de que un tratante puede obtener hasta 80 mil dólares al mes por comercializar niñas y niños, â??ya que satisfacer perversidades inimaginables genera ganancias muy elevadas para los explotadoresâ?.
Por ello, añadió que no es difÃcil creer que estas vÃctimas no llegan a vivir más de 35 años, debido a la situación inhumana en la que viven, ya que esta violación permanente deteriora su salud fÃsica y mental