Alrededor de las 22:30 horas del sábado 29 de octubre, 153 personas resultaron muertas y otras 133 heridas, a consecuencia de una estampida humana en uno de los callejones turísticos de Seúl, capital de Corea del Sur.
Aunque Halloween no es un día oficial en el calendario surcoreano, cerca de 100 mil jóvenes entre los 20 y 30 años de edad se reunieron en un callejón turístico a un costado del Hotel Hamilton para celebrar después de dos años de confinamiento.
Las autoridades no previeron la afluencia de la gente y no se llevó a cabo un control de aglutinamiento, lo que provocó que la multitud colapsara y las personas más débiles que en su mayoría eran mujeres, cayeron y fueron aplastadas aún con el disfraz puesto.
A la zona llegaron ambulancias, camiones de bomberos y elementos de emergencia quienes intentaron reanimar a las personas que se encontraban tendidas en el suelo.
Las víctimas sangraban de boca y naríz, la mayoría dejó de respirar y los heridos fueron trasladados a 42 diferentes hospitales, hasta el momento de los 133 heridos, 37 se encuentran graves.
Los servicios de emergencias no paraban de sonar preguntando por información sobre los familiares que acudieron a la zona.
Entre las víctimas mortales se encuentran 19 extranjeros provenientes de China, Rusia, Estados Unidos e Irán.
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Miles de personas continuaron las festividades aún con la trágica escena desenvolviéndose en la acera, probablemente no sabían la magnitud del problema.
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol declaró el domingo 30 de octubre como día de luto nacional.
MGG