Al menos tres civiles murieron en el este de Ucrania, al reanudarse el fuego de proyectiles en varios puntos del frente, indicaron el miércoles autoridades del gobierno y los rebeldes.
Las noticias sobre bajas entre los combatientes separatistas y del gobierno han proseguido sin pausa desde que se alcanzó un alto el fuego en febrero, pero las muertes de personas no combatientes habían cesado casi por completo. Esa tendencia se ha interrumpido en los últimos días, un indicio de que ambas partes retoman cada vez más el fuego indiscriminado de proyectiles.
Una pareja de ancianos murió el miércoles por la mañana cuando su coche recibió el impacto de fuego de mortero, indicó en su sitio oficial el gobernador de la región de Luhansk, Hennadiy Moskal. El ataque se produjo en territorio del gobierno a 20 kilómetros (12 millas) del frente, señaló.
Además, un vecino de Yenakieve murió cerca de una planta de tratamiento de aguas durante una ofensiva de 20 minutos, indicó un representante rebelde citado por la agencia rusa de noticias Interfax.
Más de 6.400 personas han muerto en la guerra en el este de Ucrania desde abril de 2014.
El conflicto en Ucrania daba pocos signos de remisión, ante el estancamiento de las conversaciones sobre la aplicación del frágil alto el fuego alcanzado en febrero. Los negociadores de ambas partes se reunieron el martes en Bielorrusia, pero la sesión terminó sin progresos evidentes.
El armisticio requiere que ambas partes retiren su armamento pesado a 450 kilómetros del frente, pero los observadores internacionales encargados de comprobar ese proceso informan de forma habitual de violaciones generalizadas al acuerdo.
Cada día se informa de combates en diversos lugares del frente. Algunos de los puntos más conflictivos parecen situarse a las afueras del principal bastión rebelde, Donetsk.
Los rebeldes centran sus ataques sobre dos suburbios occidentales de Donetsk que siguen en manos del gobierno, señaló el parlamentario ucraniano Yevhen Deydey, que actúa como agente de enlace para el batalló Kiev-1 del gobierno.
“Krasnohorivka y Marinka están en llamas. Se producen combates a corta distancia en todo el frente. Los milicianos intentan abrirse paso”, dijo Deydey en un comunicado.
Otras fuentes militares han confirmado la intensificación de los combates en Marinka.
En su último informe, que incluía los sucesos del lunes, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa indicó que sus observadores habían oído 109 explosiones en la zona en torno al aeropuerto de Donetsk, la mayoría de proyectiles que salían de la zona bajo control rebelde. Ese vecindario se encuentra a unos 15 kilómetros de Krasnohorivka y Marinka.