La Unión Europea (UE) quiere mantener su oferta de reducir las emisiones de efecto invernadero un 30% para evitar el calentamiento de la Tierra si otros países presentan propuestas similares el 31 de enero a la ONU tras una cumbre del Clima que terminó sin fijar compromisos. Varios ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea (UE) abogaron este sábado en una reunión informal en Sevilla (sur de España) por no abandonar su propuesta de un 30%, que quedaría en un 20% si el resto del mundo no se compromete lo suficiente para luchar contra el cambio climático.
“Creemos que deberíamos mantener la oferta del 30%”, “siempre ha sido una oferta condicionada pero mantenerla es una señal muy importante”, declaró el ministro británico del ramo, Ed Miliband. La ONU espera el 31 de enero los compromisos de los países para reducir los gases contaminantes después de que la Cumbre de Copenhague de diciembre fracasara en llegar a un acuerdo sobre un protocolo contra el cambio climático que sustituya al de Kioto, que expira en 2012.
Ahora, la UE tiene su mira puesta en la próxima cita de alto nivel, a finales de año en Cancún (México), donde esperan un acuerdo “jurídicamente vinculante”, en palabras del comisario europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas. La UE debe “presentar una posición lo más avanzada posible para que otros países hagan ofertas comparables”, según Miliband.
El ministro belga, Paul Magnette, fue más lejos y planteó si la UE debería reducir sus emisiones un 30% respecto a los niveles de 1990 sin condiciones llevando a cabo “un cambio industrial importante” que beneficiara a las empresas, lo que podría hacer reaccionar a India, China y Estados Unidos. Pero su par francés, Jean-Louis Borloo, estimó que “nadie aceptaría” hacer tal rebaja “sin saber lo que los demás van a hacer” en cuestión de reducción de emisiones.
La Comisión Europea considera que de momento países como Estados Unidos y Rusia no han hecho promesas de recorte suficientes para que la UE se comprometa a rebajar las suyas un 30%. Por su parte, el secretario de la Oficina Europea del Medio Ambiente, John Hontelez, advirtió que “los resultados de Copenhague aumentan las posibilidades de un desastre climático importante a finales de siglo porque no reflejan para nada la dimensión de la acción que se necesita en la próxima década para prevenirlo”.
Por eso, no sólo llamó a los gobiernos de la UE a proponer el 31 de enero una rebaja del 30% sin condiciones sino que defendió una reducción del 40% en 2020, en línea con el máximo de la horquilla (25%-40%) del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que asesora a los países de la ONU y con las organizaciones ecologistas. Además llamó a los europeos a “aumentar sus esfuerzos diplomáticos con China”, que junto con Estados Unidos son los países más contaminantes y se negaron a comprometerse en Copenhague, y a tener “un papel activo a nivel mundial con una relación constructiva” con varios países “para preparar las condiciones de un acuerdo vinculante en 2010”.
El ministro francés sugirió que una reducción del 30% podría ir acompañada de un “mecanismo de inclusión de carbono” que gravara las importaciones de países contaminantes, lo que cuenta con el apoyo de Alemania y Bélgica pero a la que se oponen varios países.