El paro de transporte de 24 horas (en el transporte público) convocado por sindicatos críticos del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en el área metropolitana de Buenos Aires ha impactado notablemente a la capital argentina.
Según informan medios de comunicación locales, la ciudad ha estado desierta de buses, trenes e incluso vuelos en el Aeropuerto de Ezeiza durante la jornada del martes. La medida de presión de este paro de transporte fue convocada por 22 gremios de transporte, que contaron con el respaldo de los líderes sindicales Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, para rechazar el impuesto a las ganancias.
“Ya hicimos tres marchas, dos paros generales y no hubo respuesta. Tendríamos que haber continuado con las medidas, pero hubo compañeros que entendieron que se podía dialogar y nunca dialogaron”, dijo Barrionuevo, quien reveló la posibilidad de una próxima protesta por 36 horas, reseñó La Nación.
Por su parte Omar Maturano, líder ferroviario de La Fraternidad, indicó que “si el gobierno no cambia el impuesto a las ganancias, el 14 de abril vamos a dar a conocer un plan de lucha de los gremios del transporte”, informó Clarín.
Desde medios oficiales también admiten el éxito que tuvo la convocatoria a huelga en los servicios de colectivos, trenese, subterráneos y vuelos nacionales, y el éxito parcial entre taxistas. La agencia estatal Télam reseña que la protesta ha sido tildada de “maniobra político-partidaria” de la burocracia sindical, por parte de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro. Los vuelos internacionales sí operaron con normalidad desde Ezeiza, principal terminal aéreo de Buenos Aires.