Toda desapareción es lamentable, pero hay algunas que simplemente deben llamar mas poderosamente la atención de las autoridades aunque estas digan que no y finjan que no pasa absolutamente nada.
El pasado 29 de diciembre se cumplió un mes de la desaparición de Belén Ortiz Ramírez de 19 años de edad, mientras se trasladaba de las comunidades de El Rastrojo a Juxtlahuaca, ambas habitadas por indígenas triquis y mixtecos. A la fecha no hay avances del legajo de investigación por este caso, refiere Emelia Ortiz, prima de la mujer desaparecida.
A la desaparición de Belén, le antecede la de sus hermanas, Virginia y Daniela, en julio de 2007, quienes entonces tenían 20 y 14 años,respectivamente.
Durante este tiempo la familia de las hermanas simplemente ha visto como desaparecen sus hijas y no saben que hacer ya que si nos ponemos en un momento al menos en sus zapatos, esta es una tragedia.
Hay quienes sospechan de venganza, puesto que las hermanas eran antogonicas de un grupo triqui que quiere el poder en Oaxaca pero ¿ha esto han llegado? y peor aun, las autoridades ¿permiten esta impunidad?