Una cooperativa productora de quesos italianos con problemas para obtener un préstamo bancario emitió bonos por un total de seis millones de euros respaldados por ruedas de parmesano.
“Contamos con préstamos, pero a partir de un momento el sistema bancario decidió dejar de financiar”, explicó a la AFP Andrea Setti, director financiero de la cooperativa 4 Madonne Caseificio, que reúne a unos cuarenta agricultores y emplea a 30 personas.
Situada en la región de Emilia (norte), la cooperativa está en plena expansión y triplicó su producción en pocos años, al alcanzar 75.000 ruedas de queso parmesano, con una facturación de 24 millones de euros en 2014.
Por ello necesita fondos adicionales que le permitan poner en marcha un plan de desarrollo comercial, para entrar en el mercado de Estados Unidos, y reorganizar su producción para ofrecer un queso más maduro, lo que aumenta su valor.
Desde hace dos años, las autoridades italianas están tratando de crear un bono para pequeñas y medianas empresas que necesitan dinero en efectivo, una opción alternativa a los préstamos bancarios, inaccesibles debido a la crisis.
La cooperativa colocó en la semana todos los bonos en un mercado derivado de la Bolsa de Milán, por un plazo de 6 años y con un rendimiento del 5% al año.
Los bonos están respaldados por un número fijo de ruedas parmesano.
El fenómeno no es nuevo: en esa región, entre las más ricas de Italia, varios bancos administran enormes búnkeres en los que maduran cientos de miles de ruedas de queso parmesano consignadas por las cooperativas productoras como garantía para sus préstamos. El sector no es el único que busca capitalizar el valor de la producción durante el período de maduración.
En 2010, el grupo británico Diageo, gigante de los licores, cubrió el déficit del fondo de pensiones de sus empleados con millones de barriles de whisky.