Alberto González fue carnicero desde los 13 hasta los 21 años, edad en la que decidió volverse taquero y ese es su éxito, es más, uno sabe que está en el puesto correcto porque lo verá sacando con precisión de cirujano los cortes de roast beef de una enorme pieza de carne que irá a dar directo a la parrilla.
“Si uno trae los bisteces ya rebanados la carne se desjuga, así si los corto en el momento conserva todo el sabor y el jugo”, explica Alberto quien desde hace 25 años vende tacos en la esquina de Bucareli y Donato Guerra. “ahí empecé a las cuatro de la mañana por invitación del Manzanero, que vende cafés en esa esquina, en aquel entonces atendíamos a los voceadores que llenaban estas calles”.
Ya luego se fue recorriendo y ahora se le encuentra de 9 am a 4:30 pm de lunes a viernes y los sábados de 10 am a 3 pm. La especialidad de la casa es el taco especial, un corte de aproximadamente 200 gramos de carne jugosa, con una delgada línea de gordito que le da un sabor inigualable y refrenda aquella máxima de la comida: la grasa es sabor.
La materia prima para sus tacos la trae del mercado del rastro, ahí en la calle de Aluminio, el mismo donde Palemón González se lo jaló como aprendiz de tablajero oficio en el que desarrolló una gran habilidad para sacar los cortes. “Claro que me he cortado” responde a una pregunta mientras muestra las cicatrices en los dedos como si se tratara de heridas de guerra que dejan constancia de su experiencia, “pero en realidad eso pasa porque uno se distrae y cuando te das cuenta ya se pasó el cuchillo”.
Los precios son accesibles cada taco sencillo ya sea de bistec o longaniza $10 pesos, el de pollo y el campechano $12 y el especial $50, pero le aseguro que con ese tendrá para todo el día sin sentirse pesado.
Dónde están: Bucareli y Donato Guerra