En México hemos tenido pasajes muy oscuros en torno a lo que son manifestaciones ciudadanas que parecen ser perfectamente entendibles pero que terminan siendo escenario para el pandillerismo, el crimen y claro está la anarquía de las calles sin una autoridad que desee actuar para no ser catalogada como represora.
Los diputados federales en el palacio legislativo de San Lázaro han ido cocinando una iniciativa que busca elevar los castigos en el Código Penal Federal para los manifestantes que recurran a actos violentos en contra de terceros, como el uso de bombas incendiarias.
Ya va siendo hora de que grupos de choque puedan ser contratados y los mismos jóvenes que buscaron evitar la toma de posesión de Enrique Peña Nieto sean los que en la marcha del recuerdo por los actos violentos del 2 de Octubre saqueen y destruyan comercios o ataquen a las autoridades con armas como las que mencionamos ya.
¿Usted que opina?