Las autoridades encontraron el viernes a seis personas que fueron muertas a tiros dentro de una vivienda en el Estado de México, colindante con la capital del país, informó una vocera.
La policía halló los cadáveres de tres mujeres y dos hombres dentro de una vivienda en el poblado de Almoloya de Juárez, dijo Guadalupe Huerta, portavoz de la Procuraduría de Justicia del Estado de México.
Huerta añadió que un tercer hombre falleció mientras era trasladado a un hospital.
Según la vocera, los vecinos alertaron a la policía tras escuchar disparos. Las seis víctimas, de entre 25 y 52 años, estaban probablemente relacionadas pero nadie ha reclamado los cadáveres.
Huerta dijo que la policía no ha determinado el móvil de los asesinatos y que no hay sospechosos detenidos.
En tanto, las autoridades informaron que al menos 11 muertos, 23 heridos y tres uniformados desaparecidos dejaron esta semana los ataques contra la Policía Federal atribuidos al cartel de La Familia en el occidente del país.
El coordinador de las Fuerzas Federales de Apoyo de la Policía Federal, Rafael Avilés, informó el viernes en rueda de prensa que seis agentes y cinco pistoleros murieron en ataques a hoteles donde se hospedan los efectivos policiales y emboscadas a patrullas ocurridos entre miércoles y jueves en el estado occidental de Michoacán.
Añadió que 23 policías federales quedaron lesionados, 16 de los cuales tuvieron que ser hospitalizados. También confirmó que tres agentes más fueron presuntamente secuestrados, por lo que ya está en marcha una operación de búsqueda.
La Procuraduría de Michoacán había reportado la noche del miércoles que habían fallecido siete agentes.
La Secretaría de Seguridad Pública federal atribuyó los atentados a La Familia, un cartel considerado como el más violento y señalado como el principal productor y traficante de metanfetaminas.
“Esto no es más que una respuesta desesperada por parte de la organización criminal”, dijo el responsable antidrogas de la Policía Federal, Ramón Pequeño.
Señaló que tras los ataques es posible que realizaran algunos ajustes en la estrategia del combate al narcotráfico en Michoacán, a más de 200 kilómetros al oeste de la ciudad de México y estado natal del presidente Felipe Calderón, aunque descartó que se piense en retirar a las fuerzas policiales.
Consideró que La Familia reacciona ante los golpes que el gobierno le ha dado al detener a varios de sus miembros.
“Anteriormente buscaban un cobijo social que paulatinamente lo han ido perdiendo”, añadió Pequeño sobre un cartel que públicamente ha intentado mostrarse como un grupo que surgió para proteger a los habitantes de Michoacán de otros grupos criminales que buscan asentarse en la zona.
En julio, La Familia también fue responsabilizada de una serie de ataques durante cuatro días consecutivos contra la Policía Federal, en los que murieron al menos 18 agentes, incluidos 12 que fueron torturados y apilados en una carretera.
Esos atentados fueron considerados una reacción de La Familia a la detención de uno de sus cabecillas identificado como Arnoldo Rueda Medina, conocido como “La Minsa”.
En otros hechos, la Policía Federal informó que en el estado norteño de Tamaulipas fueron detenidos cuatro presuntos secuestradores vinculados con el Cartel del Golfo y liberaron a 29 migrantes de diferentes nacionalidades que estaban en su poder.
Mediante un comunicado, las autoridades detallaron que el grupo ubicaba a personas que buscan cruzar ilegalmente hacia Estados Unidos, les prometían ayudarlos y luego las secuestraban para exigir un rescate a sus familiares.
De los liberados, 24 eran mexicanos, dos guatemaltecos, un hondureño, un salvadoreño y uno de Ghana.
La violencia del narcotráfico y el crimen organizado ha dejado más de 14.000 asesinados desde que el gobierno de Calderón lanzó en diciembre de 2006 una ofensiva contra los carteles de las drogas. Las autoridades han asegurado que más del 90% de las víctimas estaban vinculadas de alguna forma a la delincuencia.