Las fuerzas de paz de la Unión Africana en la capital somalí intervinieron directamente por primera vez a favor del ejército somalí en un combate contra insurgentes islámicos, informaron las autoridades, mientras un testigo dijo que al menos ocho personas murieron en el segundo día de enfrentamientos.
Los 4.300 efectivos de las fuerzas de paz pueden defenderse si son atacados, pero por lo general intentan evitar entrar en los conflictos para mantener su neutralidad. Sus normas incluyen la defensa del puerto de la capital, el aeropuerto y los edificios gubernamentales más importantes.
El vocero de la Unión Africana, Bahoku Barigye, dijo que las fuerzas de paz se involucraron en el enfrentamiento del domingo pues hubo una amenaza directa a sus bases a medida que los insurgentes avanzaban hacia Mogadiscio.
“Nuestros efectivos se encontraban en un peligro inminente, así que tuvimos que emprender una acción limitada”, dijo Barigye. “Eso no significa que estemos involucrados completamente en los combates”.
El alcalde interino de Mogadiscio, Abdifitah Shawey, dijo que la Unión Africana tuvo que intervenir después de que los insurgentes se aproximaron a casi un kilómetro (media milla) del palacio presidencial.
“Perdimos tres soldados en el combate de hoy y en el otro bando hubo más muertos, no sé exactamente cuántos”, dijo Shawey. “Nuestros efectivos aún los persiguen en las calles y zonas residenciales”.
Los insurgentes avanzaron hacia la ciudad en la madrugada, pero se dispersaron en las calles de las ciudades cuando el gobierno y las fuerzas de la Unión Africana contraatacaron, dijo el comandante somalí Salad Ali Jelleh.
El residente local Abdi Muhumed dijo que había visto a ocho combatientes muertos. Ali Muse, un empleado del servicio de salvamento de Mogadiscio y de la red nacional de ambulancias afirmó que al menos 16 personas resultaron heridas por los bombardeos en barrios residenciales, pero dijo que era demasiado peligroso acudir a muchas de estas zonas.
Desde el viernes ha habido fuertes enfrentamientos en la capital tras el cumplimiento del plazo que establecieron los islamistas para que los efectivos oficiales se rindieran