Por: @lydia70c
La semana pasada me toco subirme al metro, debo aceptar que hace mucho tiempo no lo hacía y menos a esa hora (antes de las 9:00 am) iba yo rumbo a San Pedro de los Pinos.
Había yo olvidado a la gente, bueno no es que olvide a la gente porque estoy rodeada de ella todo el tiempo, pero ustedes me entienden. Ver a mucha gente vestida para ir a trabajar, recién bañados, perfumados, todos somos guapos a esas horas (hay que reconocer que por la tarde cambiamos un poco y el olor también es diferente).
Y entonces me puse a pensar, esta gente va llena de esperanza a trabajar, claro salvo sus excepciones, la gente en general se veía contenta, tranquila, viendo el reloj y apurando el paso pero iniciando el día llena de esperanzas, supongo pensando en sus hijos, en los pendientes, en la casa, en mil cosas que piensa uno en la mañana y que me acuerdo de los políticos.
Claro ellos no viajan en metro y si viajan es por algún evento y acompañados de toda la comitiva que obvio va sonriendo todo el tiempo para la foto.
Si viajaran en metro antes de las 9:00 por diferentes líneas, sentirían vergüenza. Si, vergüenza de saber lo que nos están haciendo, de saber que los mexicanos seguimos comprometidos con el país, con nuestros trabajos que hay algunos que se levantan 3 horas antes para llegar a tiempo porque solo consiguieron trabajo del otro lado de la ciudad.
Vergüenza de ver a las mamas con los niños, cariñosas siempre sonrientes cuando en su cabeza probablemente ronde el fantasma de cómo pagar la renta.
Vergüenza de atreverse a decir que con seis mil pesos al mes se hacen maravillas cuando cada mes pagamos más de super por las mismas cosas.
Vergüenza de saber que muchos hemos dejado de prender luces por el alto costo de la energía eléctrica.
Vergüenza de ver a todos los contribuyentes cautivos que van ahí, cuando incluso muchos de ellos no pagan impuestos.
Vergüenza de pensar que a muchos apenas les alcanza para el boleto del metro cuando ellos se compran camionetas del año para ellos y sus equipos de seguridad y todo gracias a los impuestos.
Vergüenza de estar seguros que ninguno de ellos trabaja tanto y con tanto esfuerzo como cualquiera de los que van en el metro y que ellos ganan mas de 200 veces lo que cualquiera de los que van en ese vagón.
Señores de la clase política, senadores, diputados tengan vergüenza por una vez en su vida.
Claro es solo una opinión, indignada, pero opinión.