El Ejército ha vuelto a las calles en la fronteriza Ciudad Juárez, alguna vez catalogada la urbe más violenta del mundo. El Fiscal de Investigación y Prevención del Delito en esa localidad del norte de México, Enrique Villarreal Macías, dijo que los militares se sumarán a los operativos de los policías municipales y estatales para enfrentar a la delincuencia. Sin embargo el alcalde Javier González Mocken minimizó la incursión castrense y aclaró que los soldadores sólo intervendrán en casos de “alto impacto”.
Juárez llegó a ser la ciudad más castigada de México durante la guerra contra el narcotráfico que emprendió el expresidente Felipe Calderón Hinojosa durante su Gobierno (2006-2012). El cártel de Sinaloa, del ahora preso Joaquín El ChapoGuzmán Loera, emprendió una batalla campal en contra del cártel de Juárez para apoderarse de la zona, que por su colindancia con Estados Unidos es una plaza estratégica para el cruce de droga. A finales de 2007 se recrudeció la pugna entre las dos organizaciones y en 2008 el Gobierno federal mandó por primera vez un contingente militar. Unos 2.000 soldados de élite llegaron a cercar a los narcotraficantes. El primer día, como una demostración de fuerza, un convoy de 20 vehículos castrenses, cada uno con un francotirador abordo, recorrieron las calles.
A partir de entonces, la fronteriza localidad comenzó a vivir los peores años de la guerra. El 2008 cerró con 1.587 homicidios. En 2009 hubo 2.643 y el 2010 marcó el peor récord; 3.075 muertos que la situaron como la ciudad más violenta del mundo. En febrero de ese año, un comando de hombres armados masacró a 15 jóvenes que festejaban un cumpleaños en la colonia Villas de Salvárcar. La indignación sacudió al país entero y tras el crimen se formó una mesa de seguridad, donde se discutió la estrategia implementada por el Gobierno de Calderón. En abril de 2010 el Ejército abandonó Juárez y las tareas de seguridad se las relegó a la Policía Federal.
Esta semana el jefe de la guarnición militar en el Estado, Salvador Gutiérrez Plascencia, dijo –en declaraciones retomadas por la revista Proceso– que los soldados volverán a Ciudad Juárez. Su función será apoyar a la policía municipal en labores de vigilancia e inteligencia. El Fiscal Villarreal Macías explicó que los soldados patruallarán –junto a policías municipales y estatales– los puntos críticos, como la zona suroriente y centro del municipio, así como el Valle de Juárez, donde ha habido un aumento de homicidios.
La sombre de la violencia ronda a Juárez. A principios de julio el fiscal general de Chihuahua, Jorge Enrique González Nicolás, reveló que en la ciudad podría darse nuevamente una guerra entre cárteles. El narcotraficante Rafael Caro Quintero, líder del extinto cártel de Guadalajara en los años ochenta se había aliado con el grupo de Los Beltrán Leyva para disputar la plaza al cártel de Sinaloa, que controla la zona fronteriza en la entidad. Por ello, según el fiscal, se trabajaba en operativos policiacos a fin de “blindar” al Estado.