Estados Unidos defendió su registro de derechos humanos ante el organismo especializado en el tema de las Naciones Unidas este lunes en Ginebra, Suiza pero admitió que hace falta progreso por delante.
La delegación estadounidense liderada por Keith Harper, embajador ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y La Asesora Legal Principal Mary McLeod se espera que sean cuestionados en la Revisión Universal Periódica de derechos humanos, en buena medida por el tema de las muertes de afroamericanos desarmados a manos de fuerzas policiales.
“Debemos dedicarnos para asegurar que nuestras leyes de derechos civiles cumplen con su promesa”, dijo James Cadogan, consejero de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia el lunes. “Las trágica muertes de Freddie Gray en Baltimore, Michael Brown en Missouri, Eric Garner en Nueva York, Tamir Rice en Ohio y Walter Scott en Carolina del Sur, nos han retado a hacer un esfuerzo más fuerte por el progreso”.
El Consejo de la ONU centrará su atención en las recientes tensiones raciales en Estados Unidos debido a los diversos casos de excesos policiales que han centrado la atención pública en el país. “Cuando autoridades federales, estadales, locales o tribales usa deliberadamente fuerza excesiva que viola la Constitución de Estados Unidos o la ley federal, tenemos la autoridades para acusarlos”, añadió Cadogan.
Todos los miembros de la ONU deben tomar parte en la revisión periódica de derechos humanos cada cuatro años. Se espera que Estados Unidos enfrente preguntas además por el encarcelamiento de inmigrantes indocumentados, incluyendo niños, la pena de muerte y el uso del confinamiento solitario en largo plazo en las prisiones.
Estados Unidos enfrentó su primera revisión en 2010 pero activistas consideran que ha hecho poco para ejecutar las 171 recomendaciones que aceptó entonces.