El año que ayer concluyó se convirtió en el más violento de la última década, al contabilizar 7 mil 724 ejecutados, producto de la ofensiva del gobierno federal contra el narcotráfico y la guerra que libran los cárteles que se disputan las â??plazasâ? en territorio nacional.
La escalada inaudita de ajusticiados al término de 2009, sumada a las cifras ya existentes, dan como resultado que en lo que va de la administración del presidente Felipe Calderón Hinojosa el Ãndice ascienda a 16 mil 205, según las estadÃsticas de EL UNIVERSAL.
Aproximadamente 19 mil 785 personas murieron en los últimos cinco años por la delincuencia organizada, principalmente en entidades como Chihuahua, Sinaloa, Baja California, Durango, Michoacán y Guerrero. Sólo Yucatán quedó libre de las narcoejecuciones.
En 2005 se contabilizaron mil 573 muertos, esto es 4.2 al dÃa; en 2006 sumaron 2 mil 221, seis cada jornada; al siguiente año fueron 2 mil 673 homicidios, 7.3 diarios, y 2008 cerró con 5 mil 630, con un promedio diario de 15.4.
En 2009 el escenario de inseguridad se recrudeció al acumular 842 ejecuciones tan sólo en diciembre, convirtiéndolo en el mes más violento en los últimos cinco años.
La ofensiva que mantienen las fuerzas federales contra las organizaciones criminales, como parte de una estrategia en la que el Ejército despliega 48 mil 750 soldados en promedio mensual, no desalentó a los sicarios y tan sólo en Chihuahua sumaron 3 mil 250 homicidios, la mayorÃa en Ciudad Juárez.
En las entidades que se registra mayor Ãndice de violencia, poblaciones enteras fueron tomadas por pistoleros y sus habitantes, al verse vulnerables, huyeron por periodos.
La venganza contra civiles que enfrentaron o denunciaron a delincuentes, es otra caracterÃstica de 2009.
El secuestro, considerado de alto impacto y en el que también participan sicarios del narco, registró un repunte el año pasado. EstadÃsticas del Sistema Nacional de Seguridad reportan que en 2009 se perpetraron en promedio 111 plagios al mes.
El procurador Arturo Chávez ha dicho que la ofensiva contra el crimen no deja un saldo favorable. Al parecer, el panorama no variará en 2010