Este martes el gigante aeronáutico estadounidense Boeing realizó con éxito el primer vuelo de prueba del nuevo Dreamliner 787, cuya producción lleva más de dos años de retraso.
Boeing ha puesto muchas esperanzas en este modelo que, según afirman, será unos de los más eficientes del mundo en cuanto al consumo de combustible.
La producción del Dreamliner, con capacidad para entre 210 y 250 pasajeros, se ha visto demorada, entre otros, por la escasez de partes, diseños defectuosos y una huelga de dos meses.
Según le dijo a la BBC Howard Wheeldon, analista de transporte de BGC Partners, se trata de un proyecto revolucionario que cambiará el mundo de la aviación.
“Es una aeronave que cambia los fundamentos de los vuelos, por el equipo que lleva a bordo”, aseguró Wheeldon.
“En cuanto a los costos de operación, cuenta con un 80% de materiales de composite, con 35 toneladas de plástico fibra de carbono reforzado, por lo que es un avión ligero, lo que significa que consume menos combustible”.
Según el experto, “hay un enorme programa de pruebas, porque todo es nuevo”
Tras la prueba de este martes, seguirán al menos nueve meses de vuelos de evaluación con una flota de seis 787.
Los ejecutivos de Boeing dicen que será como operar una pequeña aerolínea.
No se sabe qué provecho sacará Boeing de este modelo, del que ha recibido 840 pedidos por valor de US$140.000 millones.
Según los analistas, la compañía ha invertido más de US$10.000 millones en el proyecto y deberá dar algún tipo de compensación a las compañías aéreas por el retraso en la entrega de los aviones.
Boeing presentó el Dreamliner en julio de 2007 y se trata de su primer aparato totalmente nuevo desde 1995.
Su rival europeo Airbus también está desarrollando una aeronave más ligera, el A350, también hecha de materiales de carbono.
Boeing tiene previsto entregar el primer Dreamliner 787 a la aerolínea japonesa All Nippon Airways a finales del próximo año, aunque según algunos analistas no podrá cumplir con este compromiso