El canciller sirio Walid al-Moallem advirtió el sábado que cualquier tropa terrestre que entre a su país “regresarán a casa en ataúdes de madera”.
Días atrás, el vocero del ejército saudí dijo que su país estaba dispuesto a enviar soldados a Siria como parte de una campaña encabezada por Estados Unidos contra los extremistas del Estado Islámico, que controlan grandes territorios en Siria e Irak.
Al-Moallem dijo que la sabiduría y la lógica indican que es difícil imaginar la presencia de fuerzas saudíes en Siria, pero que “con los locos del gobierno saudí nada es traído por los pelos”.
“Cualquier intervención terrestre en Siria sin el consentimiento del gobierno sirio será considerada una agresión que todo ciudadano sirio debe resistir”, dijo Al-Moallem a la prensa en su ministerio en Damasco. “Lamento decir que regresarán a casa en ataúdes de madera”.
Las declaraciones del canciller corona una semana en la que fracasaron los esfuerzos liderados por la ONU para iniciar conversaciones de paz entre delegados del gobierno y la oposición en Siria.
Las conversaciones fracasaron debido en gran medida a las ofensivas del gobierno sirio en las afueras de Alepo, antes la ciudad más grande del país. La ofensiva, con el objetivo de encerrar baluartes rebeldes en Alepo y con el respaldo de intensas incursiones aéreas rusas, obligaron a miles de habitantes de la zona a huir hacia la frontera turca, que estaba cerrada.
Según Al-Moallem, los avances del gobierno indican que la guerra civil siria, que ya lleva cinco años, se acerca a su fin. “En vista de los logros de nuestras fuerzas armadas, puedo decir… que estamos en camino de poner fin al conflicto”, aseguró. “Les guste o no, nuestros logros en el campo de batalla indican que nos encaminamos al fin de la crisis”.
Representantes de la oposición dijeron que no se puede esperar que negocien en Ginebra en momentos que el gobierno sirio y sus aliados rusos incrementan los ataques a los baluartes rebeldes.