El mexicano promedio no solo ve su salario por debajo de la línea de vida que desearía, sino también tiene el exacerbado sentimiento de indefensión frente a las autoridades que en todo momento desean verle la cara, mentirle, engañarle y quizá hasta a costa de su propia vida, sacar ventaja de su situación.
Ya basta.
Este sentimiento de indefensión y engaño lo tenemos desde que nos dimos cuenta de que somos hijos producto de una mezcla de razas que en la conquista, se valieron de la traición y el engaño para someter a los indígenas a los designios y poco escrupulosos intereses de los conquistadores, que no eran más que una horda de matarifes al servicio de la corona española.
Pero si esto mismo lo traspolamos a los tiempos actuales, veremos que la situación no ha cambiado en nada.
Seguimos creyendo que las autoridades del gobierno federal, estatal o municipal, de cualquier bandera política o pensamiento ideológico, solamente están esperando el momento para aprovecharse de esta inocente oveja que somos y ellos los tenemos dibujados como lobos a nuestra caza.
El tema de los normalistas desaparecidos (aún siguen en el estatus de desaparecidos ya que el procurador dice que tiene indicios de que hayan sido ejecutados y quemados hasta la reducción de cenizas y huesos triturados, pero no puede aseverarlo y por ello mismo ha enviado evidencia a uno de los laboratorios más importantes en ADN en el mundo, en Austria) será siempre recordado no solo como el más reciente caso de desaparición en masa de gente, sino por muchos tiene la etiqueta de crimen de estado.
La comparecencia del procurador Jesús Murillo Karam no obedeció a otra cosa más que a dar un parte de las investigaciones que se siguen desde hace poco más de un mes, pero que de competencia federal es de menos de la mitad de ese tiempo.
Podemos creer como efectivamente un grueso de la población lo hace, que el tema de los normalistas desaparecido es un una enmascarada para ocultar las reformas estructurales y solamente terminar de fincar los reglamentos que las normen; sorpresa, ni quien maneje esa teoría de manera masificada, pero mucha gente lo cree efectivamente. Si en serio se pone a pensar en cuanto al tema y la incidencia que ha tenido en las primeras planas de México y medios del mundo, parecería inaudito que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto se diera un tiro en el pie de ese tamaño.
Pero no importa, la maldad es demasiada y hay quienes así lo creen.
Por otro lado, está toda la parafernalia entorno al tema, respeto y lo digo públicamente, mi más sentido pésame y acompañamiento en plegarias a los padres de los normalistas desaparecidos, mi pésame es por el trance de dolor por el que están y que no les permite ver que están siendo ya manipulados por las circunstancias, de advenedizos y claro, grupúsculos que están metiéndose en el tema de los desaparecidos, para sacar a su conveniencia, raja política.
¿De quién es la mano que mece la cuna?, ¿Quién está pagando toda la serie de movilizaciones? ¿Quién está poniendo el componente de violencia ya en las manifestaciones? ¿A quién le interesa que México envié un mensaje al mundo sobre el desgobierno? ¿Y quien, en su sano juicio cree que una serie de manifestaciones como las que se han venido dando son enteramente ciudadanas?
La bestia del crimen organizado está más presente que nunca, por donde le vea, ya sea a través del ex munícipe de Iguala o la compleja complicidad de los partidos políticos con personajes de tal calaña y células del crimen organizado.
Parece que a dos años de haber llegado el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, la luna de miel con partidos políticos así como también con la sociedad, el congreso de la unión y demás actores que han tenido que ver con una serie de reformas estructurales que jamás se habían dado, se ha roto y la sociedad civil, ahora esta habida de atención por todos y para todo.
Como corolario, si bien la realidad de México es el de una inseguridad que tiene a muchos estados en jaque, comenzando por los focos más que rojos de las cifras nacionales del secretariado ejecutivo en materia de seguridad (Tamaulipas, Michoacán, Estado de México, etc.) los dos años de tregua en materia de haber bajado dichas noticias de ejecutados, robos, crímenes, secuestros, etc. delos titulares de los medios masivos de comunicación parece haber llegado a su fin; hoy se vuelven a ver noticias de la sección policiaca o nota roja en titulares de medios y la nota roja de nuevo escala a la agenda política del país. Es muy raro que esto se dé una vez finalizadas las reformas estructurales, también en el último año de legislatura que saco adelante dichas reformas estructurales, de hecho, si vemos el coctel molotov creado, con la llegada de un nuevo partido político conocido por ser populachero y claro, demagogo teniendo al frente a una persona que se siente mesías de México.
Si la apuesta de algunos es desestabilizar México para sacar provecho en las urnas el próximo 2015, es terrible que autoridades en inteligencia ya sea policiaca, política, empresarial, criminal, militar, etc. no informen. Hay quienes piensan en verdad, que los actos violentos de quema de autos y toma de carreteras son grupos infiltrados de anarquistas que no están al servicio de nadie, hay quienes piensan que son manipulados por personajes del pasado, hay quienes creen que son grupos de choque del gobierno para deslegitimizar las marchas y hay quienes piensan que son grupos de golpeadores al servicio de intereses extranjeros que quieren entrar en saco grande al mercado de telecomunicaciones o energético de nuestro país.
Lo que apabulla es, que la sociedad mexicana en momentos como estos deje de ser critica, más por desidia o ignorancia que por miedo; de ustedes los indecisos y apáticos es que estos grupos aprovechan para hacer sus desmanes o nos unimos todos Ya en decir basta y que las autoridades trabajen o nos unimos y decimos basta y pedimos un cambio de gobierno con todo lo que conlleva eso y echar por la borda una serie de acuerdos, convenios, avances y cimientos para un mejor mañana, sin clara propuesta para el cambio y desde luego, sin idea de lo que una intentona así.
Ya basta, no a la violencia, de quien quiera que sea.