Un antiguo conjunto habitacional maya de unos 2 mil 300 años de antigüedad fue destruido por maquinaria pesada en el estado mexicano de Yucatán (sureste) para hacer en su lugar el potrero de un rancho particular, informaron hoy a Efe fuentes oficiales.
Según expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la zona maya, establecida en el poblado de Chicxulub, data del Preclásico (300 a.C.) y está clasificada en el catálogo arqueológico de Yucatán con el registro número 15.
“Previamente se conocía la presencia de vestigios en la zona y por ello el INAH actuará enérgicamente” aseguró el director de comunicación del organismo público, Julio Castrejón.
También anunció que, como primera acción, hoy se trasladó a Yucatán el equipo de coordinación nacional de asuntos jurídicos y arqueológicos con el fin de que redacten un dictamen técnico de los presuntos daños.
Un registro previo llevado a cabo ayer por los arqueólogos Ángel Góngora y Víctor Castillo determinó que el antiguo asentamiento maya -de un kilómetro cuadrado- sufrió daños “irreversibles” porque afectó directamente al núcleo de la extensión, según informa hoy el diario “Reforma”.
“Al ser así la pérdida es total e irreparable”, enfatizó Góngora.
Entre los escombros que dejó la maquinaria a su paso, ambos expertos refieren que se encontraron restos de paredes, techos y escalinatas, y el bloque de una columna circular que se cree que formó parte del pórtico de uno de los edificios.
También se “arrasó” con siete estructuras y dos altares que estaban sobre la plaza principal. El más alto de los edificios medía más de tres metros.
Aunque en primera instancia el dueño del predio, Ricardo Ascencio Maldonado, negó lo ocurrido, tiempo después reconoció que lo hizo para nivelar el piso y construir un potrero, para lo que utilizó maquinaria pesada, añade el rotativo.
Añadió que hace tres meses adquirió el terreno y “nunca” le especificaron que era un sitio arqueológico, a pesar de lo cual el INAH le ha citado a declarar ante su gabinete jurídico para aclarar los hechos.
“Nuestro deber es proteger el patrimonio cultural de la nación y actuaremos conforme a ese principio”, puntualizó Castrejón