El ente francés a cargo de las investigaciones de seguridad de la aviación civil publicará el domingo su informe final, acompañado de recomendaciones, sobre la tragedia del avión de la aerolínea alemana Germanwings que se estrelló en los Alpes franceses el 24 de marzo de 2015, causando 150 muertos, 50 de ellos españoles.
La Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA) dará indicaciones en particular sobre el sistema de cierre de las puertas de la cabina de pilotaje y los procedimientos de acceso y salida de la misma.
El 24 de marzo de 2015, un Airbus A321 de la compañía de bajo coste Germanwings se estrelló en los Alpes franceses cuando realizaba un vuelo entre Barcelona y Düsseldorf, con un saldo de 150 muertos, entre ellos 72 alemanes y 50 españoles.
En su informe preliminar de mayo de 2015, la BEA informó que el copiloto del aparato, Andreas Lubitz, provocó deliberadamente la catástrofe. El hombre seguía un tratamiento contra la depresión y había ocultado sistemáticamente su estado de salud a la compañía.
La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) recomendó ya, a título temporal, la presencia permanente de dos personas en la cabina de pilotaje durante el vuelo. Pero esa medida, aplicada voluntariamente desde el siniestro por gran parte de las compañías europeas, no es aprobada unánimemente.
El sindicato alemán de pilotos estima que conlleva “riesgos” más importantes que las ventajas de “seguridad supuestas”.
Para los investigadores, la catástrofe de la Germanwings es un caso sin precedentes. La investigación de la BEA trata de comprender “los fallos sistémicos que pudieron llevar al accidente” y “el equilibrio existente entre el secreto médico y la seguridad de los vuelos”, apuntó en mayo Rémi Joyty, el director del organismo.