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El gobierno argentino atribuyó el lunes a un sabotaje supuestamente cometido por un sindicato ferroviario el choque de trenes que causó unos 40 heridos leves.
Al responder a periodistas si la colisión se debió a un sabotaje, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo dijo: “no tengan duda”. El hecho ocurrió el domingo por la noche entre un tren con pasajeros y una locomotora en las inmediaciones de la estación de Temperley, situada unos 20 kilómetros al sur de Buenos Aires.
Según Randazzo, el maquinista de la formación que impactó a la locomotora “pasó dos señales en rojo” antes del choque. El funcionario activó un audio en el que se escucha a operadores de la estación advertirle al conductor que no debe avanzar y gritan: “¡77 parate!”.
El tren de pasajeros 2277 de la Línea Roca embistió de frente a una locomotora que se encontraba realizando maniobras en la playa de vías de la estación.
El ministro vinculó el accionar “no casual” de los supuestos saboteadores al paro nacional de transporte y otras actividades previsto para el martes y a su precandidatura presidencial para las elecciones de octubre al recordar que el miércoles por la noche vence el plazo para el cierre de listas y que los partidos políticos anuncien los frentes que presentarán.
“Me cuesta creer que no esté el gremio de La Fraternidad detrás. Es uno de los convocantes al paro”, dijo el funcionario sobre el sindicato agrupa a maquinistas.
Omar Maturano, secretario general de La Fraternidad, rechazó que el hecho obedeciera a un sabotaje al afirmar que fue una “falla humana o técnica” en declaraciones a Radio del Plata.
El sindicalista sostuvo que si el maquinista no respetó la orden de detención habrá que “separarlo del servicio” y juzgarlo pero lo disculpó al señalar que “no habrá escuchado”. Asimismo puso en duda las explicaciones que dio el ministro sobre cómo el hombre supuestamente no respetó dos señales en rojo.
Randazzo insistió en fue una acción en su contra similar a otros dos choques en el pasado entre trenes en las afueras de Buenos Aires. Al respecto señaló que en la fecha estaba previsto que se inauguraran en la estación donde se produjo el hecho los nuevos coches de la Línea Roca en el marco del “proceso de transformación” del sistema ferroviario.
El ministro dijo en un primer momento de forma vaga que hay sectores que se oponen a esta política, como empresas que quedaron al margen de los planes de renovación, pero luego apuntó directamente contra el sindicato e insistió que le encantaría “escuchar a los de La Fraternidad qué pasó”.
“¿Por qué hicieron caso omiso a los llamados del operador para que no salieran y salieron un minuto antes (de lo previsto)?”, se preguntó el funcionario sobre cómo procedieron el conductor y su ayudante.
Ambos resultaron con heridas leves y ya fueron dados de alta. No están detenidos, puntualizó el funcionario, quien pidió que “la justicia actúe rápidamente y si hay una mafia, que termine presa”.
La justicia tiene en su poder imágenes, audios y estudios físicos efectuados al conductor para su evaluación.
La muerte de 51 personas en 2012 en la estación Once de Buenos Aires a causa de la colisión de un tren con los paragolpes de contención del andén determinó en el procesamiento, entre otros, de dos ex secretarios de Transporte y el maquinista de la formación.
El hecho, por el que en la actualidad se celebra un juicio oral, empujó al gobierno a realizar reformas en el deteriorado y decadente sistema ferroviario.
Argentina

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