China está construyendo un segundo portaaviones, informó a la prensa una responsable militar china, confirmando una decisión que reforzará la potencia marítima del país.
El primer portaaviones chino, el Liaoning, que entró en servicio activo en septiembre de 2012, fue construido a partir de un buque inacabado vendido en 1998 por Ucrania. Para su segundo portaaviones, el Ejército Popular de Liberación quiere una construcción 100% nacional.
“Importamos el primer portaaviones con el fin de ser capaces, a continuación, de construir el nuestro”, declaró Liang Fang, oficial de la marina y profesora en la Universidad de la Defensa Nacional. Según Liang, China “acumuló mucha experiencia” en las obras de renovación del Liaoning, lo que le ha permitido pasar a “la siguiente etapa”.
Liang se pronunció el miércoles en el marco de la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular (el Parlamento), reunida en Pekín, y sus declaraciones fueron recogidas por la prensa estatal.
El Ejército Popular de Liberación, que mantiene en secreto sus programas de armamento, se había cuidado mucho de admitir oficialmente que estaba construyendo un segundo portaaviones, pero el secreto salió a la luz en varias ocasiones. Cada vez que esto ocurría, los artículos de prensa o los comunicados publicados eran rápidamente eliminados.
Al equiparse de portaaviones China asume el riesgo, según los expertos, de mermar la imagen que quiere dar de sí misma, la de un país que se arma únicamente para defenderse, sin pretender ninguna hegemonía.