Como es del dominio público, el sábado pasado, el vocalista del grupo Los Ronaldos, Luis Mendoza, fue ejecutado con al menos 100 disparos, mientras iba a bordo de un vehículo en las calles de Ciudad Obregón, Sonora.
La víctima, de 23 años, anunció que se presentaría en el bar La Katrina, pues se encontraba en la promoción de su último sencillo, titulado “Los Chiquinarcos”, canción que habla sobre la vida que llevan los hijos de los narcotraficantes y de acuerdo a hipótesis de las autoridades, por interpretar dicha canción es que lo habrían asesinado.
Dicho video fue publicado a través de la cuenta oficial del cantante, y hasta el momento ya supera las 130 míl reproducciones.
La Fiscalía del Estado ya busca a los agresores y analíza los tiros que se realizaron durante el ataque, pues los primeros reportes indican que éstos se realizaron con al menos tres calibres distintos. Autoridades locales investigan si existe relación entre su ejecución y la de otro hombre tras acudir al funeral de un sujeto, quien también fue asesinado.
Alrededor de las 4 de la tarde, Mendoza y su representante circulaban abordo de una camioneta blanca sobre el Boulevard Morelos cuando un comando armado los interceptó y comenho a disparar sobre ellos. La ejecución de Luus Mendoza, se suma a la larga lista de ajustes de cuentas en contra cantantes de música regional mexicana, principalmente de los narcocorridos.
Entre los que destacan Valentín Eli alde, Sergio Gómez, Tito Torbellino, Zayda Peña, el cantante de la Banda Cursillos, Francisco Ernesto Ruis, Adán Chalino Sánchez, El Halcón de la Sierra, Fabían Ortega, Alberto Lázárraga, Diego Rivas, Grupo Kombo Colombia, Chuy Quintanilla, Aldo Sarabia, además de otros que han sufrido de atentados y que han salido librados.