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Con su presidente desaparecido y su inmunidad a punto de desaparecer, la Conmebol afirmó que está dispuesta a cooperar con cualquier investigación de las autoridades sobre actos de corrupción.
El Senado paraguayo aprobó el jueves un proyecto para derogar la ley que desde 1997 otorga inmunidad diplomática a la sede de la Conmebol, similar a la protección de la que gozan las embajadas extranjeras y que la protege de cualquier intervención de las autoridades locales. El proyecto sólo tiene que ser firmado por el presidente Horacio Cartes para entrar en efecto.
“Como se ha señalado anteriormente, la CONMEBOL a través de su Comité Ejecutivo continuará ejerciendo la autoridad que posee para promover la transparencia legal. Estamos esperanzados que este tipo de medidas contribuirán a la claridad de las actividades de la CONMEBOL”, señaló el organismo rector del fútbol sudamericano en un comunicado difundido la noche del viernes en su página de internet, en las primeras expresiones oficiales desde la votación en el Senado.
El presidente de la Conmebol, Juan Angel Napout, no ha sido visto públicamente desde que a fines de mayo estalló el escándalo de corrupción en la FIFA, en el que varios dirigentes y ex dirigentes del fútbol sudamericano fueron arrestados tras ser acusados por el Departamento de Justicia estadounidense por sobornos, crimen organizado y lavado de dinero, entre otros delitos.
Napout no ha sido acusado de nada, pero según la investigación del gobierno estadounidense, una empresa de marketing deportivo que compró los derechos de la Copa América aceptó pagar 110 millones de dólares en sobornos a ser repartidos entre dirigentes de la Conmebol y los presidentes de las 10 federaciones de fútbol de Sudamérica. La acusación no dice si todos los presidentes recibieron el dinero o siquiera sabían sobre este acuerdo. Napout, en todo caso, era presidente de la asociación paraguaya de fútbol en ese momento.
Entre los detenidos hay dos ex presidentes de la Conmebol, el paraguayo Nicolás Leoz y el uruguayo Eugenio Figueredo, acusados junto con otros dirigentes sudamericanos de aceptar sobornos por 110 millones de dólares de una empresa de marketing deportivo a cambio de los derechos de transmisión de cuatro ediciones de la Copa América, el torneo insignia del organismo sudamericano que se juega en Chile desde el jueves.
Napout no estuvo para la ceremonia inaugural de la Copa América en Santiago, a pesar que el tesorero de la Conmebol, el boliviano Carlos Chávez dijo que se le esperaba en la capital chilena, y que tiene reservaciones a su nombre desde el martes en un lujoso hotel donde el organismo instaló su búnker. La última vez que dio cara fue durante el congreso general de la FIFA en Zúrich, poco después de los arrestos en esa misma ciudad, y en el que Joseph Blatter fue relegido a un quinto período al mando.
Blatter después anunció que renunciará al cargo.
En esa ocasión, y con el escándalo de corrupción que le tocaba de cerca en plena ebullición, Napout sólo anunció con bombos y platillos que Sudamérica conservaría sus cuatro boletos y medio a la Copa del Mundo. Después regresó a Paraguay, donde no ha sido visto en público.
Leoz, de 86 años, está bajo arresto domiciliario en Paraguay mientras espera el proceso de solicitud de extradición de Estados Unidos, y Figueredo está detenido en Zúrich.
Conmebol

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