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El metro Washington cada vez peor. El cierre temporal del metro de la capital de Estados Unidos en plena semana laboral -para inspeccionar y reparar cables eléctricos que, de no hacerlo, podrían estallar en llamas- fue el más reciente síntoma de un largo declive de un sistema subterráneo de transporte colectivo que fue una fuente de orgullo regional.
El sistema Metro, que reabrió la mañana del jueves después de reparaciones de emergencia, es conocido ahora por sus escaleras eléctricas descompuestas, retrasos frecuentes, olor acre en las estaciones y vagones viejos con alfombras cubiertas por décadas de suciedad. El presidente del consejo del sistema, Jack Evans, dijo que entrar a las estaciones es como entrar a un “calabozo”.
Metro abrió en 1976, pero sus problemas datan de antes, a las decisiones tomadas en la década de 1960, cuando la construcción comenzó y se estableció su estructura gobernante inusual.
Metro pertenece a todos y a nadie: su consejo de directores incluye funcionarios electos de Maryland, Virginia y el Distrito de Columbia y las tres jurisdicciones tienen que acordar cada año proporcionar el dinero necesario para que opere el sistema. El gobierno federal ofrece supervisión y el Congreso contribuye con financiamiento, pero condicionado. También es el único sistema de transporte importante en Estados Unidos sin un impuesto que ofrezca un ingreso.
“Estoy entre la espada y la pared”, dijo Evans, un miembro del consejo de la capital estadounidense que se convirtió en el presidente del consejo de Metro en enero. “Tengo jurisdicciones que no quieren pagar más dinero, usuarios del sistema que no quieren pagar cuotas más altas y empleados que quieren ganar más dinero”.
En sus primeros años, Metro era elogiado por tener cualidades como limpieza, vagones silenciosos y alfombrados y asientos cómodos; una arquitectura distintiva en sus estaciones; un mapa colorido fácil de leer que se volvió un símbolo icónico de Washington y varias nuevas estaciones se abrieron durante la década de 1980.
Ahora el metro sufre por decisiones para ahorrar dinero tomadas durante la construcción. Con una sola vía en cada dirección, cuando se cierra una o un vagón se detiene, los trenes en ambas direcciones tienen que tomar turnos para compartir la vía libre.
Con todos los problemas de Metro, sin duda Washington se ha beneficiado de él. Metro ayudó con la revitalización del centro de Washington DC y la decisión de construir un sistema subterráneo en lugar de una red de nuevas carreteras, ayudó a preservar barrios históricos que ahora disfrutan de mayor plusvalía.
El metro Washington cada vez peor

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