En México tenemos algo que es una vergüenza, bueno tenemos muchas cosas ya que honestamente somos un país que crece pero vamos arrastrando vicios del pasado y la gente parece no entender que necesitamos instituciones cada vez mas fuertes, hablamos de que el poder judicial en nuestro país no tiene ni la más minima idea de como hacer valer los derechos de inculpados o no, así como respetar sus derechos y por ende, muchas veces cometen errores garrafales dandoles la libertad a presuntos criminales.
El caso de Florence Cassez, quien gracias al debido proceso pudo salir de la cárcel, volar a su país y hasta escribir un libro, ha alentado a decenas de prisioneros a acudir ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para presentar fallas en sus casos y violaciones a sus derechos humanos durante su detención o juicio, con la esperanza de correr con la misma suerte que la francesa, la cual, tras ser juzgada por delincuencia organizada, secuestro y portación de armas, ahora disfruta de su fama y, por supuesto, de su libertad.
Todo porque el poder judicial desde su captura, no logró cimentar la acusación en el apego absoluto de los derechos humanos de la detenida.
Aunque no se tiene una cifra oficial ni exacta, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación resuelve cada semana un aproximado de entre dos y cinco temas similares al de la secuestradora francesa, cada uno con su propia particularidad, pero todos estriban en lo mismo, el nulo respeto al debido proceso de parte del poder judicial.
En los últimos cinco años, la SCJN ha liberado a alrededor de 70 personas por violaciones al debido proceso como la presentación de pruebas ilícitas, testimonios falsos, la puesta con demora ante el Ministerio Público o el no brindar el derecho a tener un traductor.
¿De que fregados sirve el arrestar a presuntos criminales si hay vicios en su detención y armado de averiguación previa, como para que terminen saliendo libres?
Solo en México.