El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció el lunes el despliegue de 250 efectivos más de las fuerzas especiales estadounidenses para asistir a las tropas locales que intentan expulsar a extremistas del grupo Estado Islámico del país, devastado por una guerra civil. El despliegue aumentaría de forma significativa la presencia estadounidense en Siria.
Obama, que celebró avances recientes contra el grupo EI, afirmó que las nuevas tropas ayudarán a “mantener este impulso”.
La decisión elevará el número de efectivos estadounidenses en la zona a unos 300, al sumarse a los aproximadamente 50 miembros de las fuerzas especiales que ya están en Siria.
Obama reveló su decisión una semana después de que el secretario de Defensa, Ash Carter, anunciara que más de 200 militares estadounidenses viajarán pronto a Irak, donde las fuerzas locales también combaten contra milicianos del grupo EI que controlan zonas del país.
Los militares del próximo destacamento a Siria no asumirán papeles de combate, dijo Obama.
“No van a estar liderando la lucha sobre el terreno, pero serán esenciales para prestar instrucción y asistencia a las fuerzas locales”, dijo Obama durante un discurso en Hannover, Alemania, que cerraba un viaje de una semana en el que pasó por Arabia Saudí y Gran Bretaña.
El grupo EI fue un tema clave de sus reuniones privadas con sus homólogos en las tres paradas de su gira.
Obama y sus aliados europeos tenían previsto reunirse más tarde el lunes para abordar cuestiones urgentes como el grupo EI.
Altos cargos del gobierno de EEUU han proclamado en los últimos días el éxito de las fuerzas en Siria, incluida su capacidad de generar ifnormación crítica que ha ofrecido a la coalición liderada por EEUU una visión mucho más precisa de la situación bajo el terreno, incluidos los esfuerzos para atacar a insurgentes.